Casi 40 años de prisión para un padre para causar una noche de terror familiar en Reus

La Fiscalía Provincial de Tarragona pedirá un total de 38 años de prisión para un esposo y padre de Reus acusado de un conjunto de delitos cometidos en el entorno familiar, entre los cuales se encuentran la agresión sexual, los maltratos y las lesiones. El juicio se aplazó este lunes hasta el próximo 18 de enero en la sección cuarta de la Audiencia provincial de Tarragona.

Los hechos que se juzgarán en enero se produjeron el 27 de junio del 2014 cuando el procesado, cuya identidad se esconde para proteger a las víctimas, encerró a su mujer, su cuñada, la suegra y la hija, de 4 años, en su domicilio de la avenida Doctor Vilaseca de Reus, según relata en sus conclusiones provisionales el fiscal en cabeza de la Audiencia provincial, Xavier Jou, encargado de valorar el caso y solicitar una pena en el tribunal. Según su relato, basado en los hechos reflejados en el sumario, el procesado llegó a su casa a las dos de la madrugada en estado ebrio y llamó a la puerta de casa hasta que le abrieron. Entonces empujó un mueble que colocó detrás de la puerta para impedir la salida de los que se encontraban dentro del piso, además de cerrar con llave.

A continuación –siempre siguiendo los hechos que constan al sumario– sacó un cuchillo y cogió del pelo a su esposa, a la que pinchó en una mano, provocándole un corte profundo. La mujer, sangrando, fue arrastrada del pelo en dirección al dormitorio de su cuñada, hermana de su mujer, a la que lanzó sobre la cama de la habitación. Según las conclusiones provisionales del fiscal «con ánimo de aterrarlas», las señaló con el cuchillo amenazando: «Si llamáis a la policía mato a las tres», se refería a su esposa, la suegra y la cuñada, a las que añadió que si salían de la habitación «estaban muertas». Se dirigió al comedor, donde cogió a su hija de cuatro años y la sacó por la ventana, dejándola colgando por los pies, mientras la madre gritaba horrorizada que la dejara.

Una noche de auténtico pánico

El relato de los hechos que se produjeron en el 2014 y que ha instruido el Juzgado de Violencia sobre la Mujer van en aumento a medida que pasan los minutos. El acusado volvió a coger a su mujer por el pelo y, amenazándola con el cuchillo, la obligó a hacerle una felación y posteriormente la violó, todo en presencia de su hija de cuatro años. Habían pasado cinco horas después de que el hombre hubiera llegado al domicilio cuando parecía que aquella película de terror hubiera acabado. A las 7 de la madrugada, pidió tabaco, que le trajo su cuñada. En el momento de entrar, ella y la suegra del procesado pudieron huir, pero la esposa y la niña continuaban en el piso, hasta que se durmió. En aquel momento las dos pudieron salir de la casa.

El representante del Ministerio Público considera que los hechos narrados son constitutivos de cuatro delitos de detención ilegal, cometidos hacia las cuatro personas –incluida la niña– que ocupaban la vivienda, un delito de lesiones cometido a su esposa, dos delitos de amenazas (a la suegra y a la cuñada), un delito de agresión sexual cometido a la persona de su mujer y un delito de maltrato en el ámbito familiar, relacionado con los hechos que afectan a su hija pequeña.

Para todos estos delitos se piden provisionalmente –lo que puede cambiar a lo largo de la vista oral del próximo mes de enero– penas que friegan los cuarenta años de prisión. Concretamente, la suma de las penas suman 38 años de privación de libertad, a los que se tendrán que restar los dos años y cuatro meses que lleva en la prisión el acusado, desde el 30 de junio del 2014. El fiscal solicita también una orden de alejamiento, por la que se prohíbe al procesado que se acerque a las cuatro víctimas a menos de un kilómetro, así cómo ponerse en contacto con ellas por cualquier vía en periodos que van desde los 14 años a 2 años, según la víctima que se trate.

Se da la circunstancia que el presunto autor de estos delitos se encontraba en Estado en situación ilegal. La relación sentimental con su pareja, una de las víctimas de este caso, se originó en el 2009. Fruto de aquella relación nació la niña que sufrió los maltratas. La pareja se separó, aunque en el 2014 volvieron a iniciar las relaciones sentimentales. Como producto de estos hechos, que han quedado reflejados en el escrito del fiscal, la mujer herida fue atendida en un centro sanitario. Según el informe forense, las lesiones físicas que afectaron a la esposa del procesado son producto de la acción defensiva, lo que comporta lesiones en ambas manos, con cortes diversos, así como un hematoma en el muslo de la pierna derecha. Las lesiones tuvieron que ser suturadas a un centro sanitario y, según el informe, tardaron 20 días en cuidar. Las lesiones dejaron secuelas en forma de cicatrices en la mano, aunque también se consideran los daños psíquicos de las víctimas.