Enseñanza encuentra plaza en un centro especial al alumno afectado de autismo de Reus

El escolar de ocho años y diagnosticado de un trastorno del espectro del autismo que dejó de asistir aparte de las clases por la falta de horas de velador podrá volver de pleno en las aulas mediante el sistema de escolarización compartida. El Departamento de Enseñanza ha concedido al niño, «respondiendo a la voluntad de la familia», una plaza en un centro de enseñanza especial, la estancia en el cual compaginará con el aprendizaje en la Escola Mowgli, de donde ha sido alumno hasta ahora y donde disponía de la figura del velador únicamente durante diez horas a la semana.

Se da la circunstancia que el trastorno del espectro del autismo, en su caso, incluye episodios de frustración y reacciones puntuales de impulsividad y agresivas, hecho por el cual, al no estar presente el velador durante todo el horario lectivo, «para asegurar la integridad del alumno y de los compañeros», los padres del escolar se habían sentido forzados a dejar de llevar a su hijo a clase después del descanso del mediodía. La directora de los Serveis Territorials d'Esnenyament en Tarragona, Sílvia Rodes, confirmaba este martes al Diari Més que «se ha encontrado una vacante en un centro de educación especial y se están haciendo las gestiones con el fin de avanzar en la escolarización compartida», la cual, según las mismas fuentes, se materializará «este mismo curso».

Tanto los padres del alumno como el AMPA y la Escola Mowgli habían solicitado en reiteradas ocasiones que se destinara un velador, del lunes al viernes y mañana y tarde, en cubrir las necesidades del pequeño a fin de que «siga sus estudios con normalidad». Peticiones, éstas, afianzadas por una serie de informes médicos a los que ha tenido acceso este medio y que apuntaban la recomendación de que «una tercera persona» esté presente en las clases para aportar un apoyo extra al alumno, el cual, en la vertiente académica, «mejora si la atención educativa se realiza individualizada».

Rodes recordaba, en el momento de conocerse la denuncia pública de la familia del niño, que la Mowgli «no sólo tiene un profesor por aula y este curso cuenta con más maestros», que esta atención individualizada «se ofrece a todos los alumnos con necesidades especiales y lo hacen los maestros» y concretaba que «la escolarización no puede estar supeditada a la presencia o no de un velador». La directora de los Serveis Territorials d'Esnenyament reiteraba el martes la idea de que «un velador son principalmente manos y pies, el último peldaño de la escuela inclusiva,» pero anunciaba un «incremento de la bolsa de horas» de esta figura a disposición de los centros del territorio» y detallaba, en con respecto a la situación del alumno con trastorno del espectro del autismo, que «podrá ir a clase unos días en la Escola Mowgli y otros días a un centro especial».

Los padres contemplaban ésta como una de las alternativas pero, hasta ahora, «Enseñanza nos decía que no había vacantes». La escolarización compartida les permitirá beneficiarse «de una atención que no podríamos haber afrontado de otra manera» y abrir «un paréntesis para ir al positivo» sin que el niño pierda el contacto con la Mowgli.

Potenciar la escuela inclusiva

Sílvia Rodes comparecía este martes para rendir cuentas de la reunión de la Taula Mixta d’Ensenyament, en un encuentro dónde destacaba el incremento de entre 11 y 12 profesores dedicados a la escuela inclusiva con respecto al curso 2015-2016 y la puesta en marcha en Reus de proyectos pioneros en la demarcación como los Itinerarios Formativos Específicos (IFE) para alumnos con discapacidad intelectual leve o moderada y el Cretdic, que agrupa servicios educativos específicos para el alumnado con trastornos del desarrollo y de la conducta. En general, el curso ha arrancado en los centros de la capital del Baix Camp con «más profesorado y una ratio muy buena a nivel de municipio», en palabras de Rodes.