Un proyecto de la URV y Reus investiga cómo aprovechar el barro del agua sucia depurada
El proyecto Valeria quiere que la depuradora de Reus sea una planta piloto dónde aplicar algunos de los avances trabajados en los laboratorios
La empresa municipal Aigües de Reus y la Universitat Rovira i Virgili (URV) investigan cómo aprovechar el barro del agua sucia depurada, que contiene elementos valiosos ahora irrecuperables, como compuestos bioactivos.
El proyecto Valeria pretende convertir las depuradoras en biorrefineries de última generación, mediante la producción de lípidos, ácidos grasos volátiles y nuevas moléculas o mediante la recuperación de celulosa o proteínas de los barros. El proyecto prevé que la Estación de depuración de aguas residuales (EDAR) sea una planta piloto para aplicar algunos de los avances trabajados previamente en el laboratorio.
Valeria lo impulsa un consorcio con catorce socios, entre ellos universidades (URV, la francesa de Nantes y la belga de Lovaina) y empresas privadas como la catalana Gomà-Camps o la italiana Vitone-ECO. El proyecto inicial se ha presentado a la convocatoria Bio-Based Industrias, en el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea.
Otro proyecto se centra en la detección de Yodo 131, un isótopo radiactivo que se utiliza habitualmente en la medicina nuclear y en la radioterapia y que pueden llegar a la red de alcantarillado sin que la depuradora pueda eliminarlos con las técnicas actuales. El objetivo de la investigación pretende establecer si, en el caso del EDAR de Reus, se detectan o no estos isótopos, y en qué cantidad.