Entre todos lo mataron y él solo se murió: Francesc Vallès

En el entorno socialista a nadie lo ha extrañado la dimisión de Francesc Vallès como concejal-portavoz del Ayuntamiento de Reus y su retirada de la vida política activa. «Estaba cantado» comentaba un dirigente del PSC que añadía, «parece mentira, pero siempre ha jugado a caballo perdedor».

Recordaba que se equivocó cuando apoyó Eduardo Madina ante Pedro Sánchez en Madrid, que no disfrutó de la estima de Miquel Iceta, porque se postuló por Nuria Parlón, y que había perdido su pulso con Joan Ruiz para ir de diputado en Madrid «cuando él tenía más prestigio y nos habría dado más juego en el Congreso de Diputados».

Otro dirigente también recordaba que se le propuso presentar batalla a Carles Castillo para ir de cabeza de lista en el Parlament de Catalunya y no quiso, «estaba obsesionado con Madrid».

Además, afirmaba «también se tiene que reconocer que no lo han tratado bien los que dominan el partido actualmente, no sólo no ha ido en ninguna lista, sino que tampoco le ofrecieron un sitio en la Diputación y en el último congreso del PSC tampoco lo incluyeron en ningún órgano, es como si estuviera castigado».

Su relación con Josep Félix Ballesteros, Primer Secretario del PSC, ha sido más bien tempestuosa y dicen que en el último congreso socialista, celebrado la semana pasada, se ignoraron y no cruzaron ni un saludo.

Construir puentes

Sin embargo, casi todos coinciden al señalar que Vallès tampoco ha sido una persona capaz de construir puentes y luchar por conseguir situar a la agrupación socialista de Reus en el lugar que le corresponde, ya que «no es una persona que haga partido, ni vaya por las agrupaciones, ni se preocupe de recomponer el partido después de la derrota electoral que tuvimos en las últimas elecciones municipales», aseguraba un dirigente socialista que lo conoce a la perfección. «Siempre ha creído que no hacía falta presentar batalla contra las mediocridades, y que alguien como él que ha tenido un peso en Madrid, que es un buen constitucionalista y que ha cursado un master en Derecho a la Universidad de Georgetown en Washington, no se tiene que rebajar a este tipo de luchas internas».

El PSC en Reus sigue en caída libre: primero el caso Innova con la imputación de cargos públicos socialistas, después la derrota electoral, ahora la dimisión de dos concejales y la necesidad de recomponer la ejecutiva local. Todo les ha dejado en una situación muy precaria.

Los únicos que miran con interés esta dimisión son los grupos políticos que gobiernan el Ayuntamiento reusense, conscientes de que con Vallès se va la persona que, junto con la CUP, les ha puesto más bastones a las ruedas para conseguir aprobar temas de ciudad como los presupuestos. Son conscientes que los socialistas no entrarán en el equipo de gobierno, de momento, pero que con el cambio de interlocutor puede variar la aritmética pactista y pueden llegar a algunos acuerdos que den aire a las arcas municipales.

En Reus todo el mundo sabe que Carles Pellicer y Francesc Vallès han tenido una relación muy tempestuosa y difícil y que, aunque en los últimos meses se había suavizado, «pactar con él era imposible», tal como reconocen los actuales socios de gobierno y todos se preguntan si se abre un nuevo panorama político a Reus.

Es cuestión de tiempo, pero lo real es que en el epitafio político de Vallès tendría que constar la famosa frase de «entre todos lo mataron y él solo se murió».