UGT rechaza la municipalización de la basura en Reus y rompe contactos con la CUP

La primera ronda de contactos entre UGT, como sindicato mayoritario al Comité de Empresa de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), y Grupos Municipales concluyó ayer con el «rechazo total» a la municipalización de la basura por parte de este sector de profesionales del operador que se encarga del servicio en Reus. El mismo sindicato, que ya había avisado días atrás de que la internalización de este ámbito «pondría en juego a 250 trabajadores con nombre y apellido» pero se mostraba «abierto» a establecer diálogo con las formaciones políticas, rompía ayer conversaciones con la CUP después de haber mantenido una reunión en qué, según apuntan miembros del Comité de Empresa, «hemos salido muy decepcionados». UGT ve «alguna cosa oculta» en la propuesta cupaire de municipalizar el servicio, la cual está pendiente de la salida a la luz de un informe que lo avale, y apunta un acuerdo con CCOO para acceder en la representación de la mayor parte de empresas gestoras de la basura en municipios del territorio.

En este escenario, apunta Ángel Martín, responsable del Sector de Saneamiento Urbano de la Federación de Servicios Públicos (FeSP), «abriremos una segunda ronda de encuentros con los Grupos Municipales» a la espera de «no detectar el apoyo» a la iniciativa. En caso de que «pensemos que eso puede tirar adelante», añade Martín, «iniciaremos movilizaciones». Sobre la CUP, el sindicato apunta que la formación, «a través de Comisiones Obreras, ya llevaba al menos dos meses repartiendo panfletos a favor de la municipalización antes de llamarnos para informarnos de nada». Al mismo tiempo, tal como explica el presidente del Comité de Empresa, Miguel Pérez, «queremos un informe del secretario o el interventor que ponga por escrito y nos garantice las condiciones que promete la CUP para la internalización: garantizar el lugar de trabajo y las mismas condiciones a todos los trabajadores que ahora cubrimos este servicio a través de FCC». Martín, Pérez y la delegada Sònia Marín apuntan otros casos por todo el estado donde un procedimiento similar ha desembocado en la «pérdida de derechos» y en una «rebaja salarial». Situación, esta, «en que no queremos encontrarnos».

Un concurso público

La internalización del servicio de recogida de la basura, según UGT, desembocaría en la convocatoria de un concurso público en que «todo el mundo» se encontraría con el derecho de concurrir. Así, «la actual plantilla podría acceder a los nuevos lugares de trabajo o no». En caso de que se hicieran con una de las plazas después de la internalización, «probablemente perderían unos incrementos que no habrían tenido desde el Ayuntamiento». Entre las condiciones pactadas en el convenio de FCC, que estará vigente hasta el 2019 –la empresa tiene la concesión del Ayuntamiento hasta el 31 de diciembre del 2018– hay incrementos salariales del 0,75% para el 2017, del 1,25% para el 2018 y del 1% para el 2019. También premios de jubilación, ayudas escolares, bonificaciones al bajo absentismo o permisos que se perderían.

La voluntad de municipalizar el servicio de basura impulsada por la CUP se fundamenta en un argumentario más allá del del ahorro económico: que la que el Ayuntamiento destina a este capítulo sea «la partida más elevada de todo el presupuesto municipal de Reus, con un coste de 11 millones de euros el año» y que «FCC, está investigada en el marco del caso Innova».