Una reusense denuncia las obras que se hacían en un crucero durante un viaje
Un bufete de abogados local recoge las reclamaciones que ha empezado a canalizar la mujer
Lo que tenían que ser unas vacaciones plácidas en un crucero por el Mediterráneo se convirtieron en un quebradero de cabeza y una pesadilla para más de 1.000 personas que se encontraban a bordo. Lo que, a primer vistazo se vaticinaban como unas simples reparaciones en la cubierta, resultaron ser unas obras permanentes en el interior del crucero de la compañía Pullmantur. Entre los pasajeros había la reusense Raquel Ares, que estaba en su viaje de luna de miel en este barco que realizaba varias escalas en ciudades españolas y europeas como Palma de Mallorca o Cerdeña.
Fue en esta isla cuando los pasajeros empezaron a ver que el viaje tendría de todo menos normalidad. «Pensábamos que estaban haciendo obras en la cubierta, pero pronto empezamos a oír ruidos. Pasabas por el lado y te encontrabas como había operarios utilizando los percutores», relata esta reusense. Las reclamaciones empezaron pronto, pero «desde la compañía no nos hacían caso». De hecho, los pasajeros interrumpieron uno de los espectáculos que se hacían en el crucero para reclamar la atención de los responsables, que concluyó sólo con unas palabras aparentemente tranquilizadoras por parte de un empleado. Sin embargo, «las tiendas estaban cerradas por inventario y lo que tenía que ser un Spa, era realmente una zona de masajes», argumenta Ares con indignación.
Reclaman el importe íntegro
Raquel Ares impulsó a través de Facebook una campaña para interponer una demanda colectiva en la cual se fueron adhiriendo más afectados de toda España. La misma Raquel fue quien se puso en contacto con el bufete de abogados de Reus Quiros&Garrido, quien ha canalizando más de 100 reclamaciones de afectados por toda España y entre los cuales figuran, aunque de momento sin concretar, otras personas de la demarcación. El abogado que lleva el caso, Ivan Guallar, afirmó este jueves que «se está hablando con Pullmantur para llegar a un acuerdo que evite la vía judicial, pero de momento las posturas se encuentran alejadas». Los afectados reclaman que se les devuelva el importe íntegro del billete, cifrado en 1.200 euros, aunque las reclamaciones se atenderán de forma individual. De momento, Pullmantur «se ha mostrado dispuesto a abrir vías de negociación», concloia Guallar.