Reus iniciará 2017 con el presupuesto municipal prorrogado y «diálogo abierto»

La ciudad entrará en el nuevo año con el presupuesto municipal del 2016 prorrogado y con el gobierno en conversaciones con los Grupos Municipales de la oposición a la búsqueda de un acuerdo que propicie la luz verde a unas nuevas cuentas. Las negociaciones abiertas hace un par de semanas «con todas» las formaciones, que ya se preveían complicadas en el marco de la reciente congelación de las Ordenanzas Fiscales, no han fructificado a tiempo para alcanzar el acuerdo este año y la primera semana de enero, tal como apuntan fuentes municipales, «se firmará un decreto de prórroga de los presupuestos que tendrá efecto retroactivo».

Una situación similar a la que se vivirá ahora se dio precisamente a finales del 2015 cuando, a la espera de encontrar complicidades, el expediente de presupuestos que planteaba el gobierno no recibió el «sí» del pleno hasta el día 15 de febrero. Lo hizo mediante el voto de calidad del alcalde Carles Pellicer, que propiciaba el desempate después de que la CUP optara por emitir los suyos de manera fragmentada y no en bloque. Entonces, la propuesta obtuvo 11 votos a favor –9 del gobierno (7 de CiU y 2 de Ahora Reus) y 2 de ERC–, 11 votos en contra –4 de C's, 4 del PSC y 3 de la CUP– y 4 abstenciones –2 del PP y 2 de los concejales cupaires David Vidal y Marta Llorens-, en una sesión plenaria de tarde que se alargó durante cerca de cuatro horas. Las cuentas consolidadas –del Ayuntamiento, empresas municipales y organismos autónomos– sumaban 319 millones de euros e incorporaban matices de la CUP, ERC y PP.

La «mano tendida» de Pellicer

Las mismas fuentes precisan que el ejecutivo municipal mantiene en este momento el «diálogo abierto» para llegar al acuerdo necesario para sellar el presupuesto del 2017 y que la prórroga del anterior «no tendrá ninguna consecuencia negativa para la ciudad» dado que esta confluencia de voluntades para la entrada en vigor de uno nuevo puede darse «en cualquier momento».

El propio Pellicer anunciaba la semana pasada, en el contexto del tradicional desayuno de Navidad con los medios de comunicación, la «mano tendida» del gobierno «en minoría absolutísima» que encabeza, bajo la convicción de que «tenemos que dejar de lado los intereses políticos y priorizar la ciudad, porque una prórroga no permitirá aumentar las cuentas». «Es complicado. Vimos que las Ordenanzas Fiscales no se aprobaron y no es fácil. En minoría, es complicado gestionar una ciudad como Reus pero estamos saliendo adelante y estoy contento con la labor que estamos haciendo», añadía, y decía que «veremos si algún Grupo quiere entrar en el gobierno, la mano está tendida igual que para un pacto de gobernabilidad, con el fin de garantizar presupuestos y garantizar algunas acciones de ciudad que son importantes y necesarias».

Pocos días atrás, y después de revisar un primer borrador que el gobierno puso encima de su mesa para iniciar las conversaciones, algunos de los Grupos Municipales posicionaban ya con respecto al documento preliminar. Es el caso del PSC, desde donde apuntaban que este texto inicial pone en evidencia que «en partidas como Mas Carandell se sigue disminuyendo el presupuesto y la demanda de formaciones; también estamos preocupados con los números que nos han presentado por lo que respecta al Hospital». Por su parte, la CUP manifestaba la determinación de no establecer negociaciones con el ejecutivo sobre el presupuesto municipal del 2017 y emplazaba al gobierno de Pellicer a analizar modificaciones de crédito «en algunos ámbitos que consideramos estratégicos».