Encuentran los restos de dos gallinas decapitadas en un supuesto ritual de santería
El espacio, donde se produjeron los hechos el día 31, se encuentra en una zona apartada cerca de la Misericòrdia
Dos cabezas de gallina, sangre y muchas plumas. Este es el desolador panorama que se encontró una vecina de Reus el sábado, el último día del 2016, al sacar a pasear, como hace diariamente, su perra por la zona de vegetación junto al santuario de la Mare de Déu de Misericòrdia, cerca de la carretera de Cambrils con la carretera T-11. «La había dejado sin correa y entró en un espacio con mesas y sillas de piedra que queda tapado por la vegetación. Es un espacio que conoce bien, por donde habitualmente pasamos. Lo que me sorprendió aquel día, cuando yo todavía no sabía nada, es que entró y volvió muy rápido, con la cola entre las patas. Yo pensé que había alguien, no hice demasiado caso», apunta a Diari Més la reusense que descubriría, al cabo de unos instantes, el supuesto ritual de santería.
«Eran cerca de las cinco y media de la tarde y la sangre todavía estaba en estado líquido, no había tenido tiempo de coagularse, así que yo pienso que los autores lo habían realizado aquella misma mañana o hacia al mediodía», apunta la ciudadana. «La situación de este lugar es idónea para llevar a cabo este tipo de actividades, está apartado de la zona por donde pasa la gente, y con la gran cantidad de moreras que lo rodean, se hace difícil poder ver lo que sucede a su interior», añade.
De hecho, se trata de un punto frecuentado habitualmente por jóvenes, donde se reúnen para beber y según la vecina, fumar cannabis. De aquí que una de las hipótesis que enemistan a los vecinos es que se pueda tratar de una gamberrada, sin más, perpetrada por algún pequeño grupo que frecuenta habitualmente zona.
Sin embargo, la descubridora de los restos de las gallinas apunta hacia otra dirección: cree firmemente que se trata de un ritual de santería realizado por algunos miembros del colectivo sudamericano, muy arraigado en el barrio. «Yo sé que en aquellos países hay tradición de hacer rituales de este tipo», explica. Refuerza su tesis el hecho de que se realizara coincidiendo con el fin de un año y el inicio de otro, ya que habitualmente este tipo de rituales se llevan a término para purificar un espacio o a unas personas determinadas. La descubridora de los restos de los animales explica que no lo ha denunciado a la policía al no tratarse de animales de compañía.