Empieza el juicio contra un joyero de Reus que vendía artículos robados y 9 personas que los sustraían

La Audiencia de Lleida ha acogido este lunes la primera de las cuatro jornadas del macrojuicio a nueve acusados de cometer hasta 31 robos en casas habitadas en varios municipios de Lleida, Tarragona y Castellón. Desde primera hora, un gran despliegue policial ha estado presente en los alrededores de los juzgados de Lleida, donde han acudido numerosos familiares de los acusados. En este primer día han declarado más de treinta agentes entre Mossos d'Esquadra y Guardia Civil, que participaron en la investigación. Todos han asegurado que los encausados actuaban como grupo organizado y que ocho de ellos entraban en casas aisladas situadas en pequeños municipios, que encontraban «sobre la marcha». Han añadido que accedían forzando puertas o ventanas durante el día, cuando preveían que los propietarios no estarían. Según los investigadores, robaban principalmente dinero en efectivo pero también electrónica y joyas, que llevaban al otro encausado, un joyero de Reus, que está acusado de receptación, según las conversaciones telefónicas intervenidas. Cinco de los acusados se encuentran en la prisión y los otros cuatro en libertad. Las declaraciones de los encausados están previstas para el último día.

Los agentes han explicado que se dieron cuenta de que varios robos tenían relación entre sí ya que los testigos habían coincidido al reconocer algunos de los acusados en identificaciones fotográficas, así como dos coches que los testigos situaban en el lugar de los hechos. La investigación se llevó a cabo conjuntamente entre los Mossos y la Guardia Civil. Los agentes hicieron varios seguimientos a los acusados, que acostumbraban a alojarse en el mismo hotel de Lleida, desde donde salían hacia los diversos municipios, donde presuntamente cometían los robos, utilizando palancas para forzar puertas y ventanas. De entre los agentes que han declarado, lo ha hecho un mosso que ha explicado que uno de los acusados estuvo a punto de atropellarlo cuando le ordenó que se detuviera. Pasó a la N-II en la salida de Alcarràs, en el Segrià. Él y su compañero estaban esperando el vehículo para pararlo ya que sospechaban que iban cinco de los acusados, a quién estaban investigando por varios robos en casas habitadas. «Indiqué claramente al conductor que parara el vehículo pero aceleró y vino directo hacia mí. Salté. Si no me hubiera apartado, se me habría llevado por delante», ha declarado el agente.

La fiscalía pide penas de hasta siete años y medio de prisión para los acusados, residentes en Castellón, entre los cuales también hay un joyero de Reus a quien le piden 4 años por receptación. Se les acusa de una treintena de robos, entre julio de 2014 y enero de 2015, en poblaciones leridanas como Foradada, Tornabous, Arbeca, Castellserà, Vallfogona de Balaguer o Bellcaire d'Urgell; pero también en casas de la demarcación de Tarragona, como en l'Ametlla de Mar y de Castellón, como en el municipio de Viver. Uno de los agentes ha explicado que en la casa donde habían entrado a robar en l'Ametlla de Mar había cámaras y se identificaba perfectamente a los acusados. La vista está previsto que se alargue durante cuatro días, hasta el jueves, y también que declaren a unos 150 testigos entre víctimas y policías.