Declara la primera forense al revisar una paciente que llevó prótesis Traiber

El juzgado de instrucción número 3 de Reus ha citado a declarar, hoy a las diez de la mañana, la primera forense que ha revisado una de las pacientes a quien se le implantó una prótesis de la fabricante Traiber, después de presentar el correspondiente informe en torno al cual girarán las preguntas que puedan realizar todas las partes. La afectada es Carme Romeu, vecina de Reus, a quien se le extrajo en su momento la pieza y uno entre los casos que salía a la luz pública el verano del 2015. Romeo pedía cerca de 260.000 euros en concepto de indemnización por las «secuelas físicas y psicológicas» de haber llevado el implante en la rodilla derecha entre el 2008 y el 2015, las cuales se describen al informe pericial que se le realizó, tal como concretan fuentes próximas al caso. La misma mujer refería en aquel momento el «fuerte dolor, durante siete años» que vinculaba al estado de la pieza que se le colocó.

Romeo es una entre los sesentena de pacientes reunidos en la plataforma de afectados por prótesis de la empresa reusense Traiber que encabeza el abogado Emilio Ortiz, y a petición del cual, con el visto bueno del juez que instruye la pieza de la macrocausa Innova que dirime presuntos delitos de corrupción en la compra y la colocación de prótesis, tiene que comparecer hoy la forense. La declaración de la doctora, que es adicional en el informe que ya había elaborado, servirá para profundizar en la valoración del supuesto perjuicio corporal –en la parcela física como también en la psicológica– que habría sufrido la paciente por haber llevado el implante, bajo el punto de vista judicial. Las conclusiones de todo toman relevancia a la hora de determinar una partida económica que iría destinada, con respecto a Romeo, a la adecuación de su casa, donde tiene que salvar cotidianamente obstáculos «muy complicados» para las condiciones de su rodilla.

Defectos en los implantes

Un informe pericial de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), que ha analizado algunas de las prótesis de Traiber extraídas, revelaba el pasado mes de octubre múltiples defectos en los implantes que atribuía a la situación en la cual se fabricaron. Entre las anomalías que se precisan en el documento hay vinculadas a la esterilización o a la temperatura durante el almacenaje. El informe también precisaba la liberación de partículas en el cuerpo y rugosidades que superaban los límites permitidos por ley, entre otros puntos.

Hasta ahora, habían comparecido en el juzgado de instrucción número 3 de Reus, en relación sobre la pieza Traiber, tanto extrabajadores de la empresa como una retahíla de doctores vinculados en algún sentido a la marca y el propio gerente de la fabricante, Luis Márquez, el cual hace pocas semanas solicitaba la nulidad del caso por «indefensión». Una cuestión, ésta, todavía pendiente de resolver. En noviembre, después de acogerse a su derecho a no declarar, Márquez, que apuntaba «a una persona resentida por la situación de la empresa cuando los pagos no iban al día» como detonante de la investigación y recordaba que el edificio que alojaba a la fabricante, en el polígono Mas de les Ànimes, «está precintado y no se sabe por qué» concretaba que, bajo su punto de vista, «los peritos no son objetivos y es evidente, leyendo los informes –sobre prótesis de la firma–, que no son imparciales».