Jorge Batesteza justifica en el Tribunal de Cuentas los trabajos contratados con Innova

El arquitecto Jorge Batesteza declaró ayer, como testigo y a petición de uno de los letrados de la defensa, en el Tribunal de Cuentas (TCU), en una comparecencia prevista para las doce del mediodía y que se alargó durante más de una hora en la sede del órgano en Madrid. Lo hizo en el marco del procedimiento que investiga retribuciones variables y los pagos presuntamente injustificados por valor de 1,2 millones de euros que se realizaron en la empresa del exdirector de CatSalut, Carles Manté, y en el propio Batesteza, vinculados a la construcción del nuevo edificio del Hospital Sant Joan.

Esta parte de la causa inicial –hay media docena en el TCU, algunas de las cuales tienen ya sentencia–, dónde el Ayuntamiento se mantiene personado con la finalidad de recuperar las cantidades, se dirige contra el exdirector del holding de empresas municipales Innova, Josep Prat, y contra el exalcalde de Reus, Lluís Miquel Pérez.

Un relato de los trabajos

Durante su comparecencia en el departamento segundo de la Sección de Enjuiciamiento del TCU y ante la magistrada Margarita Mariscal de Gante –quién fue Ministra de Justicia con el primer gobierno de Aznar–, Batesteza detalló, a preguntas de los abogados, los trabajos que según dice ejecutó, contratado por Innova, entre los años 2007 y 2010, el tramo en qué se llevaron a cabo las obras para levantar el equipamiento sanitario. Manifestó, también, haber trasladado al mismo Ayuntamiento, el año 2012, varios maletines con la documentación que acreditaría estos trabajos. Y se refirió a las actas de visitas de obra, que son más de un centenar, donde habría quedado recogida su presencia como asesor de la propiedad para Innova.

Eso es porque el holding municipal habría considerado oportuno contratar a un experto en el sistema de infraestructuras sanitarias para encargarse del seguimiento y el control a los técnicos que sacaban adelante las obras, siempre según la versión de Batesteza y tal como apuntan fuentes próximas al procedimiento. Las mismas fuentes concretan que el testigo del arquitecto, que consistió en un relato de las tareas que le eran propias, seguiría la línea de la declaración en el TCU de Prat y Pérez, que a su momento se reafirmaron en la transparencia de la contratación de Manté y Batesteza, la cual sustentaban en el impulso a un modelo sanitario de éxito.

A la espera de sentencia

A principios de este mismo mes de marzo, de hecho, se había celebrado ya, y repartida en dos jornadas, la vista oral por este procedimiento en el TCU. Quedaba pendiente de practicar, sin embargo, la testifical de Batesteza, que no tuvo lugar al encontrarse el arquitecto en el extranjero. La previsión es que el de Batesteza haya sido el último testigo que cierre el juicio oral. Las partes tienen tres días para presentar los escritos de conclusiones y el departamento segundo de la Sección de Enjuiciamiento puede emitir sentencia a partir de los 20 días.