Nostalgia y 'selfies' en el último día de proyecciones en el Cine Reus Palace
Las salas en la calle del Batán bajaron ayer definitivamente la persiana después de 39 años de actividad
El cierre del Cine Reus Palace tenía fecha en el calendario desde hacía semanas y ayer, finalmente, vivió su último día de actividad, con las últimas proyecciones de cartelera. En las puertas de las salas de la calle del Batán había historias de juventud, nostalgia y más de un selfie de los que no hace tanto de tiempo que conocieron este cine y empezaban ya a prepararse para no olvidarlo. También la ilusión de los que se hicieron grande y acudían, al límite, por mostrar el Palace a sus hijos. La licencia a los que no estaban, con todo, y a los que no faltaron pero se resisten a la desaparición del emblemático equipamiento, se la concede el cineasta Daniel Villanueva. El director de la Escuela de Cine de Reus ha preparado para hoy, a partir de las ocho de la noche y a la sala 1, un adiós ciudadano que se prevé multitudinario. La cinta que acabe de bajar la persiana del Cine Reus Palace llevará su firma y es el corto Marcianos de Marte, que se dejará ver en una noche con «toques de Hollywood», tal como anunciaba el propio Villanueva, y de entrada libre.
El último adiós, hoy
No faltará la alfombra roja chico tampoco un photocall conmemorativo. Todos los que se quieran fotografiar quedarán para la posteridad en el álbum gráfico Los últimos del Palace, que recogerá las imágenes del último día de vida del cine reusenc.El tramo final de la historia del Palace ha sido registrado, también, por los alumnos del ECIR, que estos últimos días han aprovechado el descanso en las salas, lunes y martes, para rodar el corto Última sesión que habla precisamente sobre la proyección de cierre.
Con respecto al futuro del edificio, a principios de semana quedaba aprobado el plan urbanístico especial que permitirá la transformación del edificio en una residencia para la tercera edad, impulsada por la gestora Ballesol. El contrato con los propietarios del cine se firmaba este miércoles, después de que un preacuerdo derivara en el cierre. El inicio de las obras que derribarán de lleno las instalaciones está programado entre los meses de mayo y junio. La propuesta que se recoge en el plan prevé destinar la planta baja del futuro equipamiento a «usos comunes y de servicios», mientras que en las plantas piso se desplegarían las habitaciones de los residentes y el sótano quedaría reservado para aparcamiento –hay proyectada una plaza por cada seis camas – u otros servicios que acaben de completar las prestaciones para los usuarios. La constructora tiene un margen de tres años para ejecutar el geriátrico.