Preocupación entre los vecinos de la calle Constantí por el techo de amianto de un edificio
Algunos de los que conviven con el material desde los bloques de pisos adyacentes urgen a la retirada de una cubierta «peligrosa y que se está deteriorando»
Que se retire el techo de amianto que cubre una «fábrica cerrada» en Horts de Miró. Es el objetivo de vecinos de la calle Constantí, donde se encuentra ubicado el edificio, alertados por la presencia de lo que entienden como un «material peligroso» y agotados después de «llamar a todas las puertas sin que nadie actúe». Uno de los que, desde el balcón de su casa, conviven con las vistas del amianto, y que prefiere mantenerse en el anonimato, explica que «hace algunos años, un golpe con la fábrica ya cerrada, conseguimos que se extrajeran los residuos de productos químicos, que eran muy tóxicos y que habían quedado de la actividad de galvanización en que hacía la industria. La uralita, sin embargo, está todavía y estamos convencidos de que tiene consecuencias a nuestra salud».
La noticia que siete escuelas en el Camp de Tarragona tienen materiales tóxicos de amianto en sus edificios y el anuncio, por parte de Ensenyament, que intervendrá para sustituirlos, ha reavivado el rechazo a la presencia de este techo en la calle Constantí, dónde aseguran que «nos dirigimos al Ayuntamiento para que tomara parte sin embargo, de se de allí, nos decían que no sabían quién era el propietario de la fábrica y que, así, no le podían requerir».
«En la entrada en el recinto hay un cartel donde se anuncia la venta, con un número de teléfono a que también se han hecho llamadas y que no ha servido», añade el vecino, que dice que «sea como sea, la uralita continúa aquí y no son pocos metros los que ocupa la cubierta. Es todo el que vemos si miramos abajo desde el balcón, un mar de uralita que seguro que nos hace daño». La demolición de la Sedera, «donde también había uralita», es otro de los argumentos del colectivo en la petición que se desmantele la cubierta del número 7 de la calle.
«Se nota a simple vista»
Todo coincide, también, con «la degradación» que los vecinos han detectado a una parte del techo y que atribuexien al hecho que «está a la intemperie. Y con este deterioro, que se puede notar a simple vista, se desprenden esporas que pueden tener algún efecto a la salud». «Nosotros compramos el piso sobre planos y, en aquel momento, la gente no era consciente de que la uralita representara un peligro. Ni siquiera nos paramos a pensarlo nunca porque antes no se sabía», lamenta el vecino de la calle Constantí, que dice que «somos más de un piso que demos aquí y otros vecinos de la calle también querrían que la uralita fuera fuera. No queremos que eso se quede como está y no sabemos como podemos hacer para solucionarlo». Vecinos de la asociación del Santuario encabezaban, ahora justo|nada más hace un año, una reivindicación similar por techo de un parking hecho con amianto.