Silencio y emoción en un Mercadal lleno que se rinde al 'Cante de Saetas'
La procesión del Prendiment conmueve la plaza, que recibió pasos, cofrades y armados
La plaza del Mercadal volvió a asistir ayer a uno de los instantes más emotivos de la Semana Santa reusense con el Cante de Saetas, culminación de la Procesión del Prendiment que organizan la Hermandad de Sant Miquel Arcàngel y las Cofradías de los Sants Just i Pastor, de Jesús de l'Amargura y de Sant Pere Apòstol, y con la participación de los Armados de la Real Congregación de la Puríssima Sang.
Justo en medio del recorrido que realiza la comitiva después de salir del Templo de la Puríssima Sang, el Cante de Saetas marcaba el punto álgido de una jornada que había arrancado a la Iglesia de Sant Bernat Calbó con la ofrenda de claveles que llevará el Sant Crist al Viacrucis y, por la tarde, proseguía con la adoración de la Venerada Imatge del Sant Crist de la Sang y, en la Iglesia de Sant Francesc de Asís, con la ofrenda del clavel y el cirial. Las flores que se depositaron ayer las lucirán a los pasos a las procesiones de hoy y del Viernes Santo. Como es tradición, con una saeta por cada paso de la procesión –la Segunda Caída de Jesús, de la Hermandad de Sant Miquel Arcàngel; el Ecce Homo, de la Cofradía de los Sants Just i Pastor; La negación de Pere, de la Cofradía de Sant Pere Apòstol; y Jesús encuentra a su Madre, de la Cofradía de Jesús de l'Amargura-, la saetera arrancaba aplausos de un Mercadal lleno a tope.