«Cualquier emisora sabía que, si quería ganarse un lugar|sitio, tenía que estar aquí»

Reus ha sido cuna, escuela y una de las ciudades con más tradición de radio en Cataluña. Los 95 años de radiodifusión en la ciudad se plasman en el libro 'La meva, la nostra ràdio. Les ones de Reus', del periodista Albert Sunyol (Reus, 1986) y que publica La Banya Edicions. Se trata de una obra que se centra en todas las emisoras con implantación a la capital del Baix Camp y está planteada como un gran reportaje, con el testimonio de una sesentena de profesionales, técnicos, investigadores y personas vinculadas a las emisoras. «Más allá de enumerar los programas y locutores, se trata de un recorrido por décadas teniendo en cuenta las circunstancias con las que las emisoras han realizado su tarea», explica el autor.

Esta investigación periodística es al mismo tiempo un relato del arraigo social y popular del medio en esta ciudad y su territorio de influencia. «A los primeros años, la radio sólo se escuchaba en determinados círculos sociales; es a partir de finales de los cuarenta cuando los aparatos receptores empiezan a estar al alcance y la radio forma parte de la cotidianidad de los reusenses».

Experiencias de oyentes

Para dibujar el hecho social varios oyentes explican cómo crecieron radiofónicamente. En otras palabras, recuerdan cómo era «su radio»: el Disco Dedicado, las emisoras clandestinas o el fenómeno de las radionovelas: «Lo que nunca muere o Ama Rosa son probablemente los títulos que más han quedado en el imaginario colectivo». El libro se presenta hoy a las ocho y media de la noche en el Centro de Lectura, cuna de la radio en Reus el año 1922.

Enric Calvet, el hermano de Gaziel, fue el primer referente radiofónico con una demostración teórica y práctica de radio que cautivó a los asistentes en el Teatro Bartrina, y dos años después, dos miembros de la Sección Científica, Joan Díaz y Francesc Balsells, repitieron la experiencia consiguiendo que se escucharan los primeros conciertos. «En el libro se descubre cuál es el motivo para que se celebrara esta conferencia que ha quedado en el imaginario como el inicio de la radio», añade Sunyol, y dice que Radio Reus EAJ-11 es la emisora decana, y como tal «tiene un peso relevante en la historia y pero no se pueden olvidar otras emisoras de que a pesar de llegar más tarde, tuvieron peso».

El lector descubrirá hasta qué punto Radio Popular se podía considerar la emisora de la iglesia teniendo en cuenta al testimonio del propio Arzobispado y la debilidad económica de las emisoras parroquiales. La emisora episcopal será uno de los exponentes de la época dorada de la radio. «Los 80 son la efervescencia radiofónica, cualquier cadena sabía que si quería ganarse un sitio y competir con las otras emisoras tenía que ser en Reus, aunque fuera para tener una delegación comercial», explica Sunyol. Aquellos años propician la emergencia de proyectos de las emisoras denominadas piratas: «El deseo de hacer radio era el que mandaba. El proyecto y los números quedaban en muchos casos en un segundo plano».

La obra reflexiona sobre el papel de las cadenas y las emisoras locales. «Desde el momento que Radio Reus se vende a la SER ya hay oyentes que se debaten entre si eso es bueno o es malo porque condiciona el tiempo de producción y propia, un hecho que empieza a hacerse más evidente a partir de finales de los 90 y que lleva a repensar qué entendemos como radio local y qué supone en un momento de crisis económica y competencia encarnizada», añade el periodista. Sin embargo, el autor explora los intentos para que Reus tuviera una radio municipal. «A principios del 2000, con el gobierno de Pérez se plantea de forma seria la opción que la desaparecida Punto 6 gestionara la frecuencia en un tipo de corporación de medios, pero finalmente, aquello se acaba truncando y el proyecto queda en el cajón», dice.

El lector revivirá y actualizará momentos de la historia de la radio en Reus, pero el autor asegura que esta es una obra dirigida a cualquier persona interesada en la comunicación y la historia: «no se puede desvincular la radio del contexto sociopolítico. Las primeras emisiones las hacían personas vinculadas a las instituciones o que tenían cierta relevancia en la ciudad y será el altavoz de la Segunda República y el franquismo. Por eso en la obra aparecen centenares de nombres que también son historia de la radio».