Ciutadans ve en un alcalde del PSC que recibiera también el apoyo de la CUP la única alternativa a Pellicer

«Si queremos a un candidato alternativo, el juego tiene que estar entre Ciutadans, PSC y la CUP, y tiene que pivotar hacia los socialistas. ¿Se podría dar un acuerdo entre Ciutadans y CUP? No. Pero un acuerdo entre Ciutadans y PSC, sí. Mi partido no tiene ningún problema al negociar. Y un acuerdo entre CUP y PSC, también. De hecho, ya gobiernan juntos en algún ayuntamiento». Son palabras del portavoz de Ciutadans, Juan Carlos Sánchez, después de que, en el pleno del 12 de abril, donde el alcalde Carles Pellicer perdía la cuestión de confianza vinculada a la aprobación del presupuesto municipal 2017, la formación hiciera pública la intención de «dialogar intentando apartar la barrera ideológica» para encontrar a un nuevo candidato de consenso e impulsar una moción de censura que haga caer al alcalde del cargo.

La misma voluntad de relevar Pellicer lo había enarbolado, en primer término, la CUP, mediante una fórmula de izquierdas con ERC y el partido municipalista Ara Reus que quedó descartada, como mínimo por seis meses, a raíz del «sí» de los socios de gobierno al actual alcalde. También lo ha hecho el PSC, que mostraba la predisposición a negociar para abrirse sitio en el actual gobierno o construir una alternativa de consenso.

Ciutadans recoge ahora ambas posturas en lo que presenta como «una posibilidad complicada, donde quizás hay 10 opciones entre 100, pero que tenemos que intentar. Pellicer sabe que la CUP no me hará alcalde, y que yo no haré alcaldesa a la cupaire Marta Llorens». La posibilidad pasaría por el pacto entre la formación naranja y el PSC y, por otra parte, el acuerdo de la CUP con el PSC, de manera que se propusiera a la alcaldía un candidato socialista «sin que Ciutadans y CUP se toquen».

Para conseguir un acuerdo que reúna 14 votos –la mayoría absoluta necesaria– quedan ya 20 del plazo de 30 días que la negativa a la cuestión de confianza abrió, y donde se puede presentar la moción de censura contra el alcalde. Si esta no se materializa antes del 12 de mayo, la maniobra confirmará Pellicer como alcalde y aprobará el presupuesto 2017 avalado por el gobierno en solitario. Ciutadans (4), PSC (4) y la CUP (6) integran, al menos de manera inmediata, la única operación en situación de sumar 14 concejales. La propuesta de Ciutadans abre un escenario insólito pero que está vivo en el sí de la formación: «Tenemos que diseñar nuestras peticiones y ver si alguno de los tres puede ceder a través que se cumplan las suyas y dar confianza a otro candidato que tiene que pivotar hacia el PSC». También lo está la convicción de que «puede sonar la flauta». El diálogo con los socialistas arrancarán «si podemos, el lunes».

Llorens: «La ideología marca»

Al frente del PSC, Andreu Martín insiste en que «ahora mismo, no hemos tenido todavía ocasión de encontrarnos, no estamos en este nivel de conversación y no estamos liderando esta propuesta, aunque hablaremos con todos los grupos como ya dijimos. Tampoco puedo decir que haya demasiado recorrido, sinceramente, pero, la gestión para probarlo, tenemos que hacerla», añade. Sobre el planteamiento de Ciutadans, la concejala cupaire Marta Llorens se afianza en el hecho de que «no formaremos nunca un gobierno con Ciutadans ni con el PP porque la cuestión ideológica nos marca y estamos en las antípodas». «Seguiremos trabajando y mantendremos conversas con PSC y ERC sin embargo, sentarse con Ciutadans no es nuestra opción», añade, y concreta que «no es que no hablamos, podemos hablar porque somos un grupo tolerante. Y dar apoyo al PSC y no hacerlo directamente a Ciutadans es una cosa nueva. ¿Ahora, formar gobierno con Ciutadans y PP? Rotundamente, no. Y quizás tendríamos que ser nosotros, como primera fuerza de la oposición, los que nos tendríamos que postular en la alcaldía».