Diari Més

RELLSA contrató a un detective privado para espiar una trabajadora despedida

Dolors Aguas había denunciado previamente el grupo Innova, del cual RELLSA forma parte, por tráfico de influencias, prevaricación y falsedad documental

Imagen de archivo del Pabellón Olímpico Municipal de Reus, gestionado por Reus Esport i Lleure.

Declaran nulo el despido de una trabajadora de RELLSA delegada de la CGTAjuntament de Reus

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El caso de Dolors Aguas, la trabajadora de Reus Esport i Lleure (RELLSA) y delegada sindical de la CGT despedida de la empresa municipal, ha permitido conocer métodos de espionaje utilizados por el consistorio y por Innova, y una denuncia por parte de la trabajadora por irregularidades en el conglomerado de empresas municipales Innova. RELLSA forma parte del grupo Innova de Reus, mayoritariamente del ámbito sanitario, denunciado e investigado por múltiples irregularidades, que ahora se denomina Reus Serveis Municipals.

RELLSA despidió a la trabajadora justificando concurrencia desleal para compaginar su trabajo con el de una fundación (centrada especialmente en el deporte geriátrico), y por ausencias injustificadas. Dolors Aguas denunció que con su despido se habían vulnerado derechos fundamentales, porque estaba embarazada y, además, la empresa municipal había contratado a un detective para espiarla y habían rastreado sus llamadas y actividad en internet.

El juez, en una sentencia de 51 páginas que será recurrida por la empresa municipal, da parcialmente la razón a la denunciante y declara la nulidad del despido, aunque no estima la vulneración de los derechos fundamentales. La sentencia relata que, el 6 de septiembre del 2015, el entonces concejal de Deportes y presidente de RELLSA Joaquim Enrech (PDeCAT), recibió un correo electrónico anónimo que acusaba a Dolors Aguas de usar recursos públicos en su labor a la fundación.

El 5 de octubre, el gerente de RELLSA contrató a un detective privado «para verificar la veracidad de un escrito de queja que califica de anónimo» y la empleada, a pesar de ser delegada sindical, «fue sometida a una vigilancia excesiva», relata la sentencia. «No deja de sorprender un despliegue de mediados de tal envergadura como respuesta a una simple denuncia anónima y hay que preguntarse si los responsables de la empresa abren de igual manera en casos similares», señala el juez.

Una denuncia previa de la empleada contra Innova

La sentencia revela que, el 17 de abril del 2014, Dolors Aguas, en calidad de secretaria de la sección sindical de la CGT, había presentado una denuncia a Fiscalía por tráfico de influencias, prevaricación y falsedad documental en el grupo Innova. No obstante, el juez señala que «no consta que la empresa haya tenido conocimiento de esta denuncia antes del presente procedimiento».

El veredicto también recoge extractos del informe del detective, en que destaca que el 15 de octubre del 2015, después de varias gestiones, «a las 11.47 horas (Dolors Aguas) entró en el cuartel de la Guardia Civil de Tarragona, donde estuvo una hora y 52 minutos». Además del detective, los servicios informáticos del Ayuntamiento de Reus rastrearon las llamadas desde teléfonos de RELLSA y la actividad de la empleada en internet e informaron de 38.771 conexiones entre el 6 de septiembre y el 27 de octubre del 2015.

El juez también cita el informe del perito judicial informático, Josep Jover, quien ve indicios de delito por la metodología usada para rastrear la actividad digital de la denunciante y no preservar la cadena de custodia, a pesar de afectar datos personales protegidos. Por otra parte, la Inspección de Trabajo ha abierto un expediente sancionador a la empresa municipal para «atentar contra la dignidad» de Aguas, quien sostiene que la asediaron por su actividad sindical y por haber denunciado supuestas irregularidades a Innova.

La empresa, por su lado, niega este acoso y asegura que Aguas es «trabajadora conflictiva», según el actual concejal de Deportes y presidente de RELLSA, Jordi Cervera.

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