El presupuesto y el modelo inquietan a la Coordinadora de Barraques

La situación económica de las entidades que forman las Barraques no es la más óptima. Así lo constata la Coordinadora quién asegura, por medio de uno de sus miembros, Adrià Aragonès, que «este año tenemos muchos problemas presupuestarios que vamos arrastrando desde el año que llovió». El integrante menciona que «nosotros ponemos 15.000 euros por la parte de sonido, música y artística» y afirma que la solución a día de hoy «no pasa necesariamente porque el Ayuntamiento ponga más dinero directamente, hace falta que haya voluntad política pero es un debate que todavía está abierto».

En el trasfondo de esta situación hay el debate sobre el modelo que se arrastra desde hace unos años en la capital del Baix Camp. En este sentido, Aragonès cuestiona que el Ayuntamiento de Reus, «de los 70.000-80.000 euros que pone, la mitad vayan a los gastos en la empresa de seguridad; si saliéramos de allí se reducirían drásticamente y se podrían destinar a actividades de ocio y a mejorar la calidad».

«Aquí la llave es un recinto abierto para evitar tanto personal de seguridad; quizás podría pasárseles a pagar unos 20.000 o 15.000 euros». Aragonès constata la pérdida de peso de las celebraciones que se llevan a cabo en Reus respecto del de otras poblaciones como Valls, dónde a su parecer, las Barraques van in crescendo: «no podemos competir en la vertiente artística desde el momento en que tienen un recinto abierto; allí Sant Joan se ha consolidado y el dinero que pone el consistorio facilita que haya grupos de un nivel mucho más elevado que los nuestros y, por lo tanto, las entidades reciben un dinero que les permiten que al año siguiente siga teniendo unos grupos mejores».

Por su parte, Aragonés hace énfasis en que «hay entidades reusenses que se han marchado porque no están de acuerdo con el modelo o porque en este momento no pueden asumir las horas que destinan a Barraques ya que es uno cosa que quema mucho, aunque este año también es cierto que entrarán nuevas».

Hay que recordar que el 16 de enero se hizo una reunión con la presencia de la concejala de Cultura, Montserrat Caelles, donde se escuchaban las propuestas de las entidades, algunas de las cuales abogaban por un traslado al centro.

«Quien día pasa, año empuja»

«De facto, no cambiará nada». Las Barraques mantendrán al menos un año más el modelo imperante los últimos años por la próxima fiesta mayor, en el Parc de la Festa. Según Aragonès, las quejas y sugerencias que se han hecho no tendrán efecto inmediato: «No nos han comunicado nada y además, a estas alturas de la película no sería posible y supongo que quien día pasa, año empuja». Aunque hay «varias visiones» lo que queda claro es que «las entidades dependen económicamente de Barraques para poder hacer el trabajo que hacen durante todo el año; hay bastantes entidades que, o no reciben subvenciones o las que reciben no daría para poder cubrir toda la actividad; si barraques se dejara de hacer las actividades se verían resentidas», concluye.