Ayuntamiento y La Fira ultiman el acuerdo para traspasar el local del futuro cine

La cesión a Merlin Properties del local de 1.100 metros cuadrados de que dispone el Ayuntamiento de Reus en la planta superior de La Fira Centre Comercial, un trámite que quedó aprobado en el pleno del pasado 23 de enero con los votos favorables de gobierno y PSC, se materializará en los próximos días como el primer paso para la apertura de las nuevas salas de cine, las únicas con que contará la ciudad después de que el Cine Reus Palace bajara la persiana ahora hace cerca de un mes. Fuentes municipales precisan, sobre este ámbito, que «en estos momentos se está llegando al final del proceso de negociación con La Fira para el traspaso» del espacio donde hay proyectadas las seis nuevas salas.

Aunque desde el Ayuntamiento no detallan los términos en qué están teniendo lugar estas conversaciones con Merlin –la antigua Metrovacesa-, durante el mismo pleno que dio luz verde al traspaso se puso ademán encima de la mesa, como uno de los puntos a tratar entre ambas partes, la cuestión del pago a la promotora de una «cuota de comunidad» para mantener el local. El concepto suponía, tal como concretaba el concejal de Urbanismo Marc Arza, cerca de 9.000 euros mensuales y había derivado, según apuntaban desde el grupo municipal de Ciutadans, en más de 120.000 euros «en facturas que no se pagarán solas» y que, en aquel momento, «tampoco están presupuestadas».

Arza hacía referencia entonces a la voluntad de impulsar «negociaciones con Metrovacesa para pagar el 50%» de esta comunidad, las cuales habrían supuesto uno de los ítems tratados durante el diálogo con el objetivo de fijar los términos en que se produce la cesión. Y es que las condiciones para cada una de las partes en el cambio de manos de este espacio de 1.100 metros cuadrados ya se habían establecido y pasaban, a priori, por el compromiso de destinar el local «a usos culturales para la ciudad», a dejar de abonar la cuota de mantenimiento y a que «más allá de eso, si Metrovacesa recibe un retorno del operador que supere lo que habría recibido antes de cederle el espacio, el Ayuntamiento de Reus participará en el 50%». Se sopesaba, también, la opción que este hipotético 50% fuera a parar «a acercar la cultura a aquellos que tienen menos posibilidades económicas».

La constatación, por parte del propio Ayuntamiento, que «teníamos otros locales por la zona y aquí los gastos de comunidad eran más elevados» llevaron a descartar las alternativas que se habían tanteado para dar un uso en el local, y que pasaban por un equipamiento de biblioteca o centro cívico. Unir estos 1.100 metros cuadrados y cerca de 600 más de un local anexo servirán para dar lugar al futuro cine.

Operadores interesados

Merlin Properties mantenía, recientemente, contactos abiertos con entre dos y tres operadores para la puesta en marcha de las salas. Según confirmaban entonces fuentes de la propia compañía, la promotora todavía no había determinado la marca bajo la cual estrenará los proyectores aunque «se encuentra en conversaciones» para encontrarla. Aunque la sociedad no entraban a detallar el nombre de cabeza de estos operadores, fuentes próximas al proceso concretaban que hay «entre dos y tres» interesados en colocarse al frente de los cines de La Fira Centre Comercial. Se da la circunstancia que, en el momento de producirse el cierre de los Lauren Reus, también hay haber dos o tres empresas exhibidoras que preguntaron por las instalaciones en el camino de Valls.

Desmantelamiento del Palace

Con el cierre del Palace, el cine que abra en La Fira Centre Comercial pasará a ser lo único en la capital del Baix Camp. El desmantelamiento de las salas en la calle del Batán, que se encuentra ya en una fase lo bastante adelantada y pasará en el exterior hacia finales del mes de junio, ha resultado ya en la retirada de butacas y pantallas y en el derribo de la parte interior del edificio donde el Grupo Ballesol levantará una residencia para la tercera edad. Los trabajos que borren del mapa de la ciudad el Cine Reus Palace se ejecutarán en una única etapa, tal como detalla el mismo plan urbanístico para el cambio de usos de la parcela. El documento deja fuera de la parte del edificio que toca en la calle de Sant Francesc de Paula, que pasará a ser un espacio verde y abierta para los abuelos de la residencia.