Los vecinos de Monestir y Pastoreta tendrán dos locales independientes
Un mediador velaba por el control del reparto del tiempo de las dos asociaciones enfrentadas
La Asociación de Vecinos de la Pastoreta y Monestir dispondrán de dos locales diferentes. Así lo aseguró ayer el presidente de los residentes de Monestir, Alfons Berbel, a quien afirma que «se ha acordado que nos darán un local a cada uno y que se cierre el local existente a la calle de Benidorm». La polémica trascendió el pasado octubre, en una disputa por el uso del espacio, especialmente a causa de la convocatoria de un campeonato de dominó que, organizado por Monestir, no podían hacerlo a la fecha que escogieron, según la Pastoreta. Un mediador es, desde entonces, el encargado de controlar el reparto de tiempo para el uso del local municipal que el Ayuntamiento de Reus cedió a seis asociaciones y entidades de la zona. Según expone Berbel, todavía no ha trascendido cuál será la ubicación definitiva de los locales: «hemos estado buscando alquileres pero el Ayuntamiento todavía no ha movido ficha» sin embargo «el nuestro pasaría a estar en nuestro barrio, –Monestir–, y la Pastoreta seguiría en otro local en la misma calle de Benidorm».
Carril bici en zona verde
Desde la Asociación de Vecinos de Monestir, por su parte, lamentan que el proyecto de construcción de nuevos chalets implicará que haya «una reducción de los viales de la calle Miami de 5 a 3 metros que impedirá maniobrar a los coches para poder entrar en los garajes». De la misma manera, Berbel cuestiona que «el carril bici tenga que pasar necesariamente por dentro de la zona verde que se hará en este espacio, cuando se tendría que hacer desde el exterior». Respecto de estos trabajos, el presidente considera también que «no tiene ningún sentido que se pretenda abrir a la circulación un carril desde el paseo de Misericordia hasta la calle Miami, porque ya se puede acceder al mismo emplazamiento desde la otra punta de la calle que da a la avenida de Pere el Cerimoniós».
Los vecinos se reunieron ayer con al alcalde, Carles Pellicer, a quien le manifestaron estas quejas, en las que se suma las producidas a raíz de la finalización del derribo de la Sedera, actualmente vallada. «Esperamos que retiren de una vez por todas los pilones que han quedado por la acera, los árboles rotos, y sigue faltando alumbrado». De momento parece que «el alcalde ya se ha comprometido a poner remedio», afirmaba ayer al presidente de los vecinos de Monestir.