Los padres de un escolar con autismo reclaman una plaza a un centro adaptado
En niño, que cursaba tercero de primaria en la Escuela Mowgli, ha sido reubicado en la Escuela Ciudad de Reus y la «falta de recursos» lo aparta de ciertas rutinas
La familia del alumno de la Escuela Mowgli con trastorno del espectro del autismo que, a causa de la pérdida de horas de velador, había visto el invierno pasado limitada su capacidad para ir al colegio, reclama más recursos o bien una plaza completa de enseñanza especial después de que el niño haya resultado expulsado del centro donde estudiaba a raíz de una agresión a un compañero de clase. Al chico, que se encuentra cursando tercero de primaria, se lo ha reubicado en la Escuela Ciudad de Reus «porque tiene una ratio inferior que, según nos decían, tendría que servir para que estuviera mejor atendido».
Con todo, los padres lamentan que las horas de velador que le han sido asignadas –y que se incrementaron en invierno para pasar de 9 a 16 semanales– todavía son insuficientes y que, en la nueva situación, han comportado la pérdida del acceso al comedor escolar y que el niño quede aislado de actividades como «una excursión que se alargue todo el día, porque el velador sólo está a las mañanas y, sin él, no puede ir». Aparte de las clases en la Escuela Ciudad de Reus, el pequeño también asiste durante algunas horas, dos días a la semana, a la Escuela Alba.
Los padres denuncian que «el cambio continuo de velador, una vez que ya se encuentra cómodo con él» que aseguran que está teniendo lugar «perjudica el niño», como también lo hace el hecho que «se pierda ciertas clases porque no lo tiene» y que, «a pesar de todo, se le exija el mismo nivel que al resto». Sostienen que, «tal como nos aconsejan los psicólogos», el pequeño «estaría mejor en una escuela adaptada porque disminuiría su nivel de frustración» y mantienen haber constatado que los recursos de los centros ordinarios, a pesar de la voluntad que se ponga, «no son adecuados por este caso».
Apuntan que, «aunque cuando lo pedimos por primera vez desde Enseñanza nos dijeron que no era adecuado cambiarlo de escuela a mitad de curso, ahora sí que lo han hecho para llevarlo en la Ciudad de Reus» y critican la «incomprensión» del sistema ante la situación del niño, que «no es buena para nadie ni tampoco para él, porque avanza más poco a poco en los estudios y no recibe el trato que necesitaría».
La agresión a un compañero
La expulsión que ha llevado al niño fuera de la Mowgli se producía al principio del pasado mes de febrero cuando, tal como detalla la notificación del mismo centro, el alumno «amenazó a la maestra con unas tijeras y, al llamarle la atención, las tiró en el aire atravesando la clase y yendo a parar a la cabeza» de otro alumno que recibió atención médica. La familia del nueve asegura que «entendemos la preocupación que pueden oír los padres de otros alumnos» por episodios como este, y es también por eso que la figura del velador «es necesaria en tiempo completo, o bien una plaza también de todo el día en una escuela especial donde se trate habitualmente el autismo». Sin embargo, «Enseñanza nos niega las dos alternativas y, mientras tanto, va pasando el tiempo y todo se deteriora. Sentimos que no tenemos ninguna salida más y que se nos cierran puertas que nos hacen falta mucho», concluyen.