Un corte de la luz provoca pérdidas a los comerciantes de la calle Ample

Los comerciantes de la calle Ample temen que las obras que se iniciaron ayer afecten de manera negativa a sus negocios. Estas obras van de la calle Ample a la calle Gaudí, afectando a un total de 10 establecimientos. Las obras tienen el objetivo de cambiar el sistema de distribución de energía eléctrica que circula por debajo de tierra.

El día 5 de mayo los comerciantes de la Calle Ample tuvieron pérdidas materiales porque Endesa cortó el suministro eléctrico sin notificarlo previamente. Esta caída eléctrica se produjo cuando se realizaban obras en la calle del Dr. Abelló (paralela a la calle Ample). La compañía eléctrica había colgado un cartel de papel en una farola de la plaza de la Llibertat sin alertar los negocios de que se produciría un corte de energía eléctrica de casi tres horas. Los negociantes tienen miedo de que la situación se repita ahora que se están levantando las aceras de media isla urbana y que podrían ocasionar todavía más pérdidas para los negocios.

«Nosotros perdimos material de congelador», confesaba a la copropietaria del Forn Sistaré, Cori Vallvé, afectada por el corte de luz, «no recibimos ninguna notificación en el establecimiento». Otros locales se vieron afectados por la ausencia de electricidad como el bar Tropical, la bodega de vinos de la calle Ample o la peluquería de la franquicia Cebado. «Si lo hubiéramos sabido, no habríamos abierto aquella mañana», aseguraba Cori Bartomeu, esteticista y propietaria de la peluquería, «porque no podíamos secar pelo, ni calentar el agua con los calentadores eléctricos».

Bartomeu concreta que llamaron a Endesa para pedir explicaciones por no notificar previamente el corte de luz y desde la empresa eléctrica no los dieron «ninguna explicación sólida». Así, la peluquería se suma al número de comerciantes afectados que no leyeron el comunicado oficial de la farola y que el corte eléctrico de las obras les perjudicó.

Denuncias y culpa

De momento no tienen intención de presentar ninguna queja formal de la compañía energética, pero creen que una situación similar podría ocurrir ahora que todavía es más ancho el espacio en que realizarán las obras (dos calles que pueden afectar a los comercios). «Las pérdidas no nos las devolverá nadie», afirmaba un comerciante, «pero al menos nos tendrían que garantizar que no se volverá a repetir». Los comerciantes, conocedores del ruido de obra y las molestias que puede ocasionar su realización en la vía pública, quieren sacar culpa a los trabajadores de la obra, porque el corte eléctrico «se produjo para prevenir riesgos durante una fase de la obra, es la empresa la culpable».