El Ayuntamiento reclama cuotas pendientes del alquiler al Café de Reus
El establecimiento ha cerrado y se ofrece en traspaso por problemas económicos y el pleno votará mañana acciones judiciales para cobrar la deuda
El Ayuntamiento estudia emprender acciones judiciales contra el propietario del Café de Reus, cerrado definitivamente desde el pasado mes de enero a raíz de dificultades económicas y que ahora se traspasa. El establecimiento ocupa los bajos y el primer piso de los números 1 y 3 de la calle Metge Fortuny, integrados en el edificio del palacio consistorial y que son, por lo tanto, propiedad municipal. Y mantiene pendientes con el mismo Ayuntamiento algunas de las mensualidades que tiene que abonar para la explotación del local como negocio de restauración, las cuales, al acumularse, han dado lugar a una deuda considerable aunque «tampoco es ninguna barbaridad».
Para recuperar estas cantidades, el pleno votará mañana, como el punto decimocuarto del orden del día, la «interposición de acciones judiciales civiles contra el arrendatario» de estos bajos, el propietario del Café de Reus. Fuentes municipales apuntan que se trata de un «trámite administrativo» dirigido a satisfacer este impagado. Cuestión que, por otra parte, representaría un deber para el Ayuntamiento en tanto que las cuotas para el uso de estos locales van a parar a las arcas públicas. El gestor del negocio explicaba ayer a Diari Més que «estamos pendientes de traspasar el local y hay un par de personas interesadas, pero el Ayuntamiento no colabora. Y eso que, si lo consiguiéramos, también el propio Ayuntamiento podría cobrar y la situación se desbloquearía para todo el mundo. Nosotros somos los primeros que queremos que eso se resuelva rápido».
Negociar el pago
El cierre del Café de Reus se ha materializado después de unos meses en que en el exterior del local colgó un cartel que anunciaba vacaciones, reemplazado ahora por uno que informa sobre el traspaso. La situación la explica el propietario por «la dificultad que representa hoy día mantener un negocio como este. En los últimos años, ha sido complicado con el tema económico». De cualquier manera, «todos los trabajadores han sido liquidados tal como corresponde y los pagos a los proveedores también quedaron al día, únicamente nos quedaba el alquiler» en que ha generado esta deuda.
Sobre este capítulo, el mismo propietario puntualiza que «hemos estado intentando, tratando de acordar con el Ayuntamiento, que si alguien se interesaba por el traspaso pudiera pagar lo que se debe en diferentes partes, pero no hemos llegado a ningún acuerdo porque el Ayuntamiento quiere cobrarlo de golpe y, tal como están las cosas hoy día, nadie se querrá hacer cargo». «Si de alguna manera lo aceptaran, todo se desbloquearía tanto para ellos como para nosotros, y eso es lo que queremos», concluye.
Detalla, también, que quien accediera al local «lo podría seguir gestionando como Cafè de Reus, porque no tenemos ningún problema con el hecho de que mantenga el nombre y que siga con lo que había». El emblemático Café de Reus, que abrió por primera vez en los años 80, «puede continuar si alguna persona si interesa y dispone del dinero que es necesario para pagar la deuda» y para volver a poner en funcionamiento el establecimiento, que acumula cinco meses cerrado.