Una flota «totalmente usada» provoca los retrasos intermitentes en la L11 de Reus

Los retrasos que ha estado sufriendo, en un par de episodios a lo largo de las últimas semanas, la L11 de bus por averías mecánicas en algunos de los vehículos municipales son fruto de una «flota tensionada y totalmente usada» y al mismo tiempo de «incidencias mecánicas» que «no llegan tampoco a un número muy preocupante y no tendrían que hacernos sufrir por el servicio de forma continuada». Al momento que se detecta una avería, «tenemos dos autobuses pequeños para sustituir» los que han sufrido la incidencia en cuestión pero uno de ellos es muy viejo, tiene 14 años, y a menudo tiene problemas», explica el concejal y presidente de Reus Transport, Marc Arza.

«Cuando no sólo nos falla un autobús sino que nos fallan dos al mismo tiempo puede pasar que tengamos problemas para mantener el servicio, pero eso pasa pocas veces», concluía Arza en el pleno de principios de junio y a preguntas del PP. El concejal detallaba que «hubo algún problema hace pocas semanas pero en el último año hemos tenido sólo un par de episodios que hemos resuelto rápidamente». Vecinos del barrio Fortuny explicaban el jueves que las incidencias han vuelto a darse y que, de nuevo, la L11 ha aumentado el tiempo entre el paso de un autobús y del siguiente en una situación que se ha estado dando de manera intermitente y que genera desconcierto entre los que apuestan por este medio de transporte a diario. De hecho, Reus Transport informaba de retrasos el 12 y el 14 de junio a través de su perfil en las redes sociales.

En el mismo pleno, Arza precisaba que «si empezamos a dejar de ofrecer servicio a la L11 cuando tenemos problemas es porque la L11 va paralela, en buena parte de su recorrido, a la L10. Y, por lo tanto, no dejamos de dar servicio sino que pasamos de hacerlo cada 10 minutos a hacerlo cada 20 minutos». «En todo caso, es la mejor manera de encarar este tipo de problemas», concluía el presidente del Reus Transport, que recordaba que «para evitar eso ya pusimos en marcha el proceso para renovar la flota».

«Si no hace falta, ¿por qué está»?

«Tenemos previsto recibir los primeros autobuses a finales del 2018, de aquí a un par de años largos,» decía, y concretaba que «mientras tanto lo que hacemos es cuidar mucho el mantenimiento de los que ya tenemos y mirar que las incidencias sean tan pocas como sea posible. Los autobuses se fabrican especialmente para nosotros, no hay mercado de segunda mano y lo que podemos hacer es lo que ya hacemos».

Desde la Associació d’Amics del barri Fortuny, la presidenta Pepita Roig lamentaba el jueves que las incidencias «han continuado estos días» afectando a la L11. Y se preguntaba con ironía, ante la explicación sobre retirar autobuses a esta línea cuando ha habido una avería a alguno de los vehículos, «si va paralela a la L10 y realmente no hace falta tenerla, ¿por qué la tenemos? ¿Y si la línea hace falta, entonces por qué nos la sacan?».