«Con el FAR damos peso a la cultura con mayúsculas y ponemos en valor la ciudad»

—El FAR es uno de los ejes de la programación de Reus Capital de la Cultura Catalana 2017. ¿Cómo lo habéis concebido?

—Es una creación con la cual se intenta dar paso y peso a la cultura con mayúsculas, vincular personas del Camp de Tarragona con profesionales de reconocido prestigio, a la vez que se pone en valor la ciudad de Reus. Hace tiempo que rondaba la idea de hacer un festival de verano. Tenemos en Cambrils, en Tarragona, pero aquí queremos recuperar la capitalidad cultural, volver a ser abanderados como lo habíamos sido años atrás. Quedaba un espacio por llenar, en que era el del festival de verano. De este modo, toda la actividad cultural que se hace durante el año no se detiene de repente y puede tener una salida también durante estos meses.

—¿La programación del festival sigue estas premisas?

—Es una programación completamente transversal en disciplinas, hay música rock, folk, clásica, lírica, teatro, poesía, teatro danza... Tenemos por ejemplo danza contemporánea con Ferran Carvajal bailando Federico Garcia Lorca, Aries de ópera con Camerata XXI y Alba Rosa Forasté, y el mundo de la poesía mezclado con el mundo de la canción con el homenaje a Cohen de Marta Marco y Ernest Villegas. Además, presentamos un espectáculo muy propio, que sólo se podrá ver en el FAR, que es Gerard Quintana dando un repaso a la poesía de la segunda mitad del siglo XX.

—¿Qué papel juega, el Festival de Peralada, en el FAR?

—El Festival de Peralada actúa como colaborador o partner. El mismo director del festival, Oriol Aguilar, ha sido el primero a decir y manifestar públicamente que cuenta con que el FAR tenga una larga vida, porque a partir del año que viene están interesados en coproducir con nosotros. Que un festival como el de Peralada, que posiblemente es uno de los certamens con más prestigio del sur de Europa, ya cuente con nosotros justo antes de haber nacido, es muy importante.

—El Festival se hará al Institut Pere Mata de Reus. ¿Por qué habéis escogido justamente este escenario?

—Buscábamos un lugar que significara «Reus» y al mismo tiempo pusiera de relieve la ciudad desde el punto de vista arquitectónico. Como el festival tiene una singularidad patente, sobre todo por el producto, pensamos que el mejor escenario sería el Pavelló dels Distingits y la Sala del Menjador del Institut Pere Mata. De este modo ponemos en valor el modernismo, situamos a Reus dentro de la ruta modernista y arquitectónica nacional y, a la vez, damos un sello de calidad al espacio escénico.

—¿De qué manera cree que el FAR complementa la propuesta de artes escénicas en Reus?

—Es prácticamente un tema holístico. Ocupa un espacio que quizás en este momento no está del todo implementado, el de las producciones propias. Queremos poner de manifiesto esta inquietud cultural que siempre ha tenido Reus; decir que aquí se pueden hacer cosas igual de potentes que en Barcelona o en el festival Temporada Alta. Con el FAR demostramos que en la ciudad se pueden hacer producciones de la misma altura que en cualquier centro de producción nacional o internacional.