Los organizadores de las Barracas|Chabolas se plantean salir del Parque de la Fiesta
Entidades como el Casal Despertaferro o la CGT creen que el actual modelo está agotado y piden trasladarlas a un espacio abierto más céntrico
La Coordinadora de Barraques de Reus se reunirá antes de finales de mes para hacer un balance de la edición de este año y debatir el futuro de esta propuesta cultural que, según las diversas de entidades que la forman, necesita un cambio de modelo que pasa para trasladarlas fuera del Parc de la Festa y celebrarlas en un espacio abierto más céntrico. El Casal Despertaferro ha manifestado en este diario la necesidad de una reformulación que necesita abandonar el recinto que ha ocupado los nueve últimos años, visión ya expresada por la CGT en un comunicado.
«Lo que ha pasado este año es sólo un síntoma que refuerza lo que hace tiempo que vemos: las Barraques de Reus tienen un problema estructural importante», afirma Adrià Aragonès, miembro del Casal Despertaferro, refiriéndose al balance de siete detenidos que ha tenido esta última edición. Unas 50 personas han formado este año la plataforma Tinguem la Festa en Pau para denunciar lo que consideran un exceso de represión policial en esta edición. En este sentido, Aragonès denuncia el papel de la empresa de seguridad, y asegura que la mayoría de las discusiones empezaron por el hecho de que los vigilantes se extralimitaban en sus competencias, cosa que ni el Ayuntamiento ni el responsable pudieron evitar.
«De los 80.00 euros de gastos para el acontecimiento, la mitad se destinan a la seguridad. En un espacio abierto se reduciría drásticamente esta partida, y podríamos destinarla a mejorar la oferta cultural», afirma Aragonès. Desde el Casal Despertaferro avisan de que, si la propuesta para la próxima edición es la misma que este año, se tendrían que plantear su participación en el acontecimiento.
La Llibertat, una posibilidad
Por sus características uno de los espacios que se plantean es la plaza Llibertat, aunque Aragonès avisa de que se trata de una propuesta informal que todavía se tiene que trabajar. El Parc Sant Jordi, al ser un recinto cerrado, no entraría dentro de las posibilidades. En todo caso, si el resto de las entidades y el Ayuntamiento se avienen al traslado, desde el Casal Despertaferro están abiertos a hacer cambios horarios para garantizar el equilibir entre la celebración de la fiesta y el descanso de los vecinos. «En un espacio abierto del centro podríamos empezar las actividades a las seis de la tarde y acabarlas antes. En el Parc de la Festa no era posible por la lejanía y por la falta de zonas de sombra», afirma Aragonès.
Contactado por este diario, el consistorio reusense ha declinado hacer comentarios sobre el futuro de las Barraques de Reus, que se abordará a medio plazo con los actores implicados.