Los vecinos de la urbanización Sant Joan se quedan sin bus|buzo cuando se acaba el curso
En verano tienen que andar un kilómetro hasta la parada de Marià Fortuny o bien coger el coche
Durante el periodo escolar los vecinos de la urbanización Sant Joan –un centenar de casas y cerca de 350 residentes– disponen de cinco buses diarios, uno con destino la plaza Llibertat, dos en los juzgados de Marià Fortuny y dos más en la plaza de las Oques. Si bien, tienen que andar 350 metros, unos cuatro minutos, para cogerlos –tomando como referencia el punto central de la urbanización– ya que los vehículos de Reus Transport no entran en el barrio, paran delante de la escuela La Vitxeta. El servicio está únicamente pensado para padres y alumnos del centro, porque una vez el curso escolar finaliza, la línea educativa L-40 deja de circular, y la L-32 elimina de su recorrido el desvío para parar a La Vitxeta. De esta forma, los vecinos se ven obligados o bien a andar un kilómetro exacto para coger el transporte público en las paradas de Marià Fortuny de delante del Carrefour, o bien, tienen que coger el coche. «En un día quizás vas a Reus tres veces. Eso quiere decir: coge el coche tres veces, paga parking tres veces... No lo entiendo, creo que los que vivimos aquí tendríamos que tener los mismos derechos que el resto de reusenses, explica Jaume Virgili, quién pide una parada a la urbanización para que las personas mayores puedan llegar con comodidad a cualquier punto de la ciudad.