El Ayuntamiento no encuentra empresas para|por el nuevo servicio de recogida de animales
Ha firmado un contrato temporal con el actual prestamista mientras no reabre el concurso, que ha quedado desierto por falta de ofertas
El Ayuntamiento de Reus no ha conseguido convencer a ninguna empresa para que se haga cargo del nuevo servicio de recogida y mantenimiento de animales abandonados. El concurso por la adjudicación del contrato ha quedado desierto después de que no se haya presentado ninguna oferta, y ante esta situación el consistorio abrirá uno nuevo mejorando las condiciones. Mientras no resuelven la situación han firmado un contrato temporal con la actual empresa gestora, L'última Llar, que ha declinado presentarse a la convocatoria.
Aparte de diferentes aspectos técnicos, la compañía cree que el presupuesto, de 80.000 euros, no se ajusta a los servicios que tienen que prestar: «Lo que no podemos hacer los centros de acogida es aportar recursos propios para cubrir lo que el presupuesto del contrato no contempla», indica Román Casanovas, gerente de L'última Llar. «En general los ayuntamientos sólo se preocupan del servicio de recogida, y no valoran el trabajo que hay después de mantenimiento de este animal», lamenta.
El servicio incluye la recogida de animales abandonados, perdidos, heridos y muertos, entre otros. Una vez recogidos, se tienen que acoger durante el tiempo previsto por la normativa vigente, identificar al propietario en caso de que disponga de microchip. También se tiene que prestar el servicio de adopción, y entregarlos desparasitados, vacunados, esterilizados, identificados con microchip, registrados o inscritos en el censo municipal de animales de compañía, y ofrecer los controles sanitarios y los cuidados veterinarios inecesários, incluidas la práctica de la eutanasia en caso necesario.
Adopciones demasiado caras
En este sentido, Casanovas afirma que las condiciones actuales del contrato propician que una adopción cueste entre 150 y 250 euros. «El ideal sería que con 50 euros ya puedas cubrir microchip, esterilización, desparasitaje, etc... Si el precio de un perro adoptado cuesta igual que uno de una tienda, es normal que no convenzamos a la gente para que adopte», reflexiona.
L'última Llar, situado en Riudoms, gestiona el servicio de recogida de animales abandonados de varios municipios de la zona y, según afirma su gerente, el contrato con el Ayuntamiento de Reus, que prestan desde hace 14 años, los supone en torno a un 5% de su actividad. En el caso de la capital del Baix Camp, el servicio de recogida funciona las 24 horas del día, todos los días del año. Actualmente el centro acoge unos 300 perros y 50 gatos, mientras que el contrato que ha quedado desierto estipulaba la gestión de 300 perros y 90 gatos al año. El contrato se abrió a licitación el pasado 16 de junio, y se declaró desierto el día 26.
Aparte de las cuestiones económicas, L'última Llar tampoco está de acuerdo con varios aspectos técnicos del pliego de condiciones. «Al fin y al cabo, el contrato tiene que permitir que podamos prestar el servicio siguiendo cumpliendo la ley de protección de los animales», expresa Casanovas. La empresa es consciente de que es la única de la zona que puede asumir este tipo de servicio. «No es lógico que sólo lo poguem hacer nosotros. Nos gustaría que hubiera diversidad de entidades que pudieran hacer el servicio», declara.
La CUP quiere una gestión pública
El grupo municipal de la CUP ha expresado en varias ocasiones la necesidad de gestionar públicamente este servicio. En un primer momento exploraron la posibilidad de municipalizarlo pero, al ver que era inviable, propusieron que se integraran a un contrato del Consejo Comarcal del Baix Camp que diera servicio en todos los municipios. Finalmente, la propuesta no fructificó, a opinión de los cupaires, por|para la negativa de Reus y Cambrils a sumarse al contrato.