Reus recuperará el Castillo del Camarero, el edificio más antiguo que se conserva del orígen de la ciudad

El Castell del Cambrer, el edificio conservado más antiguo de la ciudad de Reus, será recuperado para destinarlo a usos institucionales, cívicos y culturales. Lo ha anunciado este jueves el alcalde de la ciudad, Carles Pellicer, que también ha explicado que el edificio pasará a denominarse Centro Cultural Castell del Cambrer.

El edificio, construido el s. XII, a lo largo del s. XX se reformó en diferentes ocasiones para destinarlo a la sede del Archivo Municipal. Con el tiempo, el castillo se ha ido vaciando de uso y de contenido hasta la actualidad. Se utiliza puntualmente la planta baja para dar apoyo en festivales y celebraciones ciudadanas como la Fiesta Mayor o el Festival de Circo Trapezi. La planta debajo-cubierta conserva el archivo de notarios. Y, la planta noble y su altillo están en desuso.

Las obras de recuperación del edificio se iniciarán el primer trimestre del año que viene y tienen un presupuesto de 144.450,00 euros (174.784,50 con IVA) y contempla trabajos para recuperar y poner en valor histórico y patrimonial del edificio, y trabajos para adecuarlo a los nuevos usos.

La actuación planteada por el Ayuntamiento de Reus tendrá que ser validada por el Departamento de Cultura de la Generalitat, ya que el Castell del Cambrer está declarado Bien Cultural de Interés Nacional desde el 2005.

El Castell del Cambrer

Hasta finales del s. XIV la villa de Reus tuvo dos señores feudales: el castlà y el canónigo cambrer de Tarragona. El castillo del Cambrer, sede de esta última autoridad, se construyó a medios s.XII en un lugar preeminente, cerca del cruce de caminos donde se empezaba a configurar la villa. Con la construcción de la primera muralla, el castillo quedó arrinconado en el nordeste de la población, formando parte del conjunto defensivo. En el s. XIV, con la segunda muralla, el castillo pasó a ocupar el centro de la llamada villa nueva, sin perder su poder defensivo. El espacio que ocupaba el castillo venía a ser entonces el que hoy ocupa la plaza, todos los edificios del lado de poniente y parte del edificio de la Prioral. Tenía dos portales: el primero, en el lado sur, delante mismo de la puerta posterior de la iglesia, donde hoy se abre la puerta de San Sebastián, y el otro en lado del Mercadal, donde hoy está el callejón que conecta las dos plazas. En la planta baja del edificio había la bodega, los almacenes y el espacio destinado a prisión, y en el piso de arriba había la sala y como mínimo dos cámaras, conocidas como 'mayor' y 'la del señor'. A finales del s. XV parece que la señoría sólo utilizaba el castillo como bodega y prisión. La derrota física del recinto original se inició a principios del s. XVI. En 1512, al abrirse la calle de Santa Maria, se derribó una parte del muro, y en 1514 se rebajó el patio para ponerlo al mismo nivel de las calles de los alrededores, hecho que indica que se empezó a urbanizar el espacio; más tarde se tuvo que derribar una parte de la bodega para construir la Prioral, y a lo largo de los siglos XVI y XVII, el Capítulo fue vendiendo varias dependencias hasta que el edificio quedó reducido a la actual casa número 4 de la plaza. A partir de este momento se inició un largo proceso de degradación. El edificio fue habilitado como casa de estandantes, cosa que comportó, entre otras obras, que se construyera un techo que partía en dos pisos las arcadas góticas de la planta noble.