La comunidad educativa reusense quiere relanzar las aulas de acogida
Es una de las propuestas locales al proceso ‘Ara és demà’ por un nuevo sistema de Ensenyament en Cataluña
Profesionales del ámbito de la enseñanza que desarrollan su labor en Reus querrían que el futuro de la educación en Cataluña contara con más recursos públicos para atender a niños con necesidades diferentes, alargara hasta secundaria la inmersión lingüística, recuperara las clases de catalán de soporte, impulsara las aulas de acogida o favoreciera la flexibilidad de itinerarios a fin de que el traspaso de uno en otro no representara excesivas complicaciones ni comportara la pérdida de cursos. También que reformulara la metodología del instituto para acercarlo a primaria y hacer que el paso a secundaria fuera más gradual, que redujera los contenidos del currículum o que estimulara y valorizara la Formación Profesional Dual.
Las peticiones se desprenden de la síntesis de resultados y aportaciones realizadas al taller de debate territorial que se celebró en el Instituto Baix Camp el 7 de abril, en el marco del proceso participativo Ara está mañana sobre el futuro de la educación en Cataluña y que se celebró en diferentes municipios del territorio. En Reus tomaron parte hasta 14 instituciones, con representantes del AMPA Pompeu Fabra, el Centro de Recursos Pedagógicos Baix Camp, la sección de Ciencias de Educación del Centro de Lectura, el Equipo de asesores de lengua y cohesión social (LIC), las escuelas Cambrils, Alberich y Casas y Montsant, la FAPAC y los institutos Baix Camp, Conde de Ríos, Domènech y Montaner, Josep Tapiró y Salvador Vilaseca.
A la sesión, que se llevó a cabo mediante la dinámica de debates en grupos, con dos grupos de 8 y 9 personas, un dinamizador abría y moderaba diferentes ejes temáticos y recogía las aportaciones. Así, por ejemplo, en el capítulo del alumnado los asistentes en el taller propusieron la eliminación de pruebas «arcaicas que limitan un enfoque competencial del aprendizaje, como ahora las PAU y reválidas, sustituyéndolas, por ejemplo, por pruebas de acceso propias de las universidades». O la «educación en el buen uso del móvil y no tanto una prohibición estricta». En el apartado en lo referente al centro educativo, indicaron que el «autonomía del centro tiene que existir siempre y cuando haya mucha transparencia» o que «la frecuencia de las inspecciones tienen que aumentar. Una cuestión, esta, en la línea de la convicción de que "habría que poner" filtros en los formadores, ya que no todo el mundo puede serlo» y «plantear pruebas –entrevistas personales, tests psicotécnicos– para acceder a las pruebas», dentro del eje del profesorado.
La aprobación del documento
Las aportaciones recogidas a Reus y a otras localidades en el global del debate articulado por el Consejo Escolar de Cataluña (CIEGO), con la participación de más de 470 personas, han dado lugar a un informe unitario que «ha servido para generar una reflexión sobre las políticas educativas para avanzar en calidad y equidad y favorecer el éxito de todo el alumnado», y que traza las líneas maestras para el posible nuevo sistema de enseñanza en Cataluña. El Consejo Escolar aprobó el documento, a mediados del pasado mes de julio, con los votos en contra de CCOO, UGT, USTEC, USOC y FATAC, que criticaban la «falta de pluralidad».