Reus Circo Social podrá hacer uso del Artilugio más allá del 30 de septiembre

El proyecto Reus Circ Social seguirá desarrollando la actividad en el Centro de las Artes Gestuales y del Circo de Reus, el Giny, más allá del 30 de septiembre. Esta era la fecha límite que había fijado el Ayuntamiento, a través de Cultura, al momento de ceder el uso de las instalaciones a la iniciativa, en el marco de un acuerdo que se producía a principios de junio. Reus Circ Social ha anunciado programación a partir del próximo mes y su coordinador, Rafa Arencón, explica que «estamos pendientes de que técnicos de Cultura nos envíen una propuesta de convenio después de haber hecho la valoración técnica de la sugerencia de horarios que nos pidieron que les enviáramos». Una vez la tengan en las manos, «podremos dar del todo por oficial que continuaremos».

Grandes Proyectos Solidarios gestiona en Reus esta iniciativa de circo social, nacida en el 2014 y que apuesta por una vertiente cultural «integradora de muchas y muy diferentes artes al mismo tiempo: hace falta que los niños conozcan el teatro, la música, que sean conscientes de cómo van vestidos, aprendan a interactuar con los compañeros, mantengan bien alerta los reflejos y disfruten de unas condiciones físicas saludables y adecuadas a su edad».

Dinamizar el equipamiento

Los niños y jóvenes que participan elaboran también algunos de los elementos para la práctica, como malabares, y habían trabajado hasta a principios de verano en diferentes puntos, entre los cuales el Centro Cívico del Carme. Un espacio, este, que tal como apuntaba Arencón en la reivindicación del uso del Giny –de hecho, Reus Circo Social perseguía un sitio dentro de la antigua Escola Sant Bernat Calbó prácticamente desde sus inicios–, «se ha quedado demasiado pequeño para el volumen de niños en que integran la iniciativa y nos obliga a desviar una parte a otra actividad al aire libre». Por eso, hacia abril, el colectivo pidió el traslado a las instalaciones del Giny, donde ha estado practicando hasta ahora. Se da la circunstancia de que el equipamiento, inaugurado en el 2013, se encontraba sin programación abierta al público desde el segundo semestre del año 2016. Y el Ayuntamiento accedió a la cesión del uso del espacio en una decisión que la cincuentena de alumnos y monitores implicados en el «circo comunitario» recibieron «entusiasmados por las nuevas posibilidades que abre esta ubicación». Rafa Arencón valora ahora que «parece que realmente hay deseos de continuar con este vínculo» y explica que, «en verano, los casales que hicimos salieron genial, todo fue sobre ruedas así que pienso que el Ayuntamiento ya se va animando a confiar en que podemos dinamizar este espacio con eficacia».

El Ayuntamiento ya concretó, en febrero, que trabajaba en una nueva programación estable de que dotar el Giny a medio o corto plazo de que, la cual «repensaba» con el fin de recuperar los cursos como razón de ser del equipamiento.