El Ayuntamiento quiere terminar en otoño el texto del Reglamento de Participación

La concejalía de Participación, Ciudadanía y Transparencia trabaja en el futuro Reglamento de Participación Ciudadana de Reus con la voluntad de terminar «este otoño» un documento «que cuente con el máximo consenso de los grupos políticos» y refleje tanto los resultados del proceso abierto dónde más de 400 personas dijeron la suya en invierno del 2016 como también otros temas que no salieron pero que son relevantes». El Reglamento se encuentra ahora inmerso de pleno en la fase de redacción, tal como detalla la concejala Montserrat Flores. Una vez se configure un texto final que haya superado los filtros jurídicos y alcanzado el acuerdo de los Grupos Municipales, este «tendrá que portarse a aprobar en un pleno» como paso previo para el periodo de exposición y la entrada en vigor de la nueva herramienta.

El pasado febrero, de hecho, las diferentes formaciones políticas con representación en el Ayuntamiento ya tuvieron la oportunidad de «mostrar un primer posicionamiento, en genérico y sobre el proceso» en un encuentro de retorno celebrado en las instalaciones del antiguo Hospital. Aunque la voluntad inicial de la concejalía de Participación, Ciudadanía y Transparencia pasaba por aprobar el Reglamento de Participación el primer trimestre de este 2017, y «aunque en todos nos gustaría que estuviera acabado», el hecho es que «tenemos que priorizar el consenso y hacer un trabajo esmerado». «Es evidente que hay muchos temas y muchos detalles que se tienen que ir tratando hasta obtener el reglamento final, y por esta particularidad ya sabíamos que tardaría al redactarse más allá de recoger todas las aportaciones y las propuestas», concluye Flores, que concreta que «es una labor lenta porque es una labor de detalle, y los plazos no son la parte más importante de esta. Además, la fecha de aprobación no dependerá únicamente de nosotros porque hace falta un consenso».

El Reglamento de Participación Ciudadana de Reus quedará concebido, tal como anunció a su momento el Ayuntamiento, como «un documento moderno, actual, que recoja todo los mecanismos del gobierno abierto, de la transparencia, hecho con y para la ciudadanía, con mecanismos de participación y decisión consensuados, amplios, equitativos, transversales y ágiles». Vecinos y entidades lo reclaman desde que finalizara el proceso participativo que ha servido para empezar a perfilarlo y que se puso en marcha en octubre del 2016 con la programación de talleres de debate donde «se proponía a los participantes que aportaran ideas sobre cómo se podría mejorar la participación ciudadana y cómo tenía que ser este nuevo reglamento para fomentar el gobierno abierto».

Plenos por la tarde y menos papeles

Un total de 429 personas tomaron parte del proceso participativo para el futuro Reglamento de Participación Ciudadana, de los cuales 141 lo hicieron de manera presencial y 288 mediante una respuesta al cuestionar y colgado a la web del Ayuntamiento. El informe final de los talleres celebrados recogía 73 propuestas de mejora y también puntualizaciones que se han hecho a la sesión de retorno, que ha contado con una sesentena de asistentes. Entre las aportaciones realizadas por los vecinos del municipio había descentralizar y descongestionar la Oficina de Atención a la Ciudadanía (OAC), convertir el 010 en el teléfono de referencia para acceder a información del Ayuntamiento, garantizar un plazo máximo para dar respuesta a las quejas y regular la vía directa entre concejales y ciutania. También recuperar los espacios públicos –tótems, paneles– para información, aprovechar las entidades como altavoces y poner en marcha un panel demoscópico para conocer las necesidades de la población. Entre las peticiones del vecindario en el ámbito de la participación había igualmente abrir los Consejos Municipales y crear un plan de trabajo anual para cada uno, elevar al pleno las decisiones que se tomen o hacer públicas las actas. Y trasladar los plenos al horario de tarde o que los ciudadanos puedan hacer aportaciones, crear Consejos de Barrio y hacerles operativos, fomentar la audiencia pública dar herramientas a las asociaciones de vecinos para fortalecer el tejido vecinal, facilitar la burocracia y limitar el número de entidades a la ciudad en función de su nivel de participación.

El 48% están «mal informados»

Tal como detallan las conclusiones del mismo proceso participativo, hasta un 48% de los que llenaron el cuestionario cree que el Ayuntamiento informa mal o muy mal a la ciudadanía y un 32% dice recibir la información sobre lo que se hace a través de la prensa escrito.