Los Servicios Sociales municipales atienden parte de los ocupas de Joan Coromines
El Ayuntamiento reconoce familias de Reus entre las instaladas irregularmente y al menos cuatro han recibido cita para analizar el caso
Técnicos de los Servicios Sociales municipales han empezado a recibir a algunas de las familias que, desde hace meses, ocupan de manera ilegal una quincena de viviendas a los números 4 y 6 de la calle Joan Coromines, en Horts de Miró. A pesar de que en primer término, al momento de trascender la situación irregular del colectivo, el Ayuntamiento de Reus había emitido un comunicado donde apuntaba que el consistorio «únicamente puede hacer informes de vulnerabilidad a la ciudadanía empadronada aquí» y que los ocupas «tendrían que solicitarlos al Ayuntamiento del municipio donde están empadronados, que en ningún caso es Reus,» ha sido «a raíz de conocer a más familias que se han dirigido a nosotros que hemos visto que hay algunos casos de Reus y de la zona», apunta la concejala de Bienestar Social, Montserrat Vilella.
A partir de aquí, «con las que se han acercado, estamos trabajando. Han sido atendidas y se han iniciado los trámites para valorar su situación y entrar en el mismo circuito que entrarían otras familias en iguales circunstancias, siempre teniendo en cuenta que se tiene que estudiar caso por caso, mirando las particularidades de cada uno de ellos para actuar de la manera más conveniente». El paso no representa, de ninguna forma, un cambio en el posicionamiento del gobierno reusense, que se mantiene, tal como precisa la concejala, al «no aceptar que la ocupación sea nunca una forma de obtener vivienda y de saltarse todos los trámites que hay establecidos a nivel de peticiones. No es la manera».
Sin agua ni luz
Con respecto a la concreción de los dos bloques de pisos localizados en Joan Coromines, «entendemos que lo que tienen que hacer –los que los habitan ahora de manera irregular– es desocuparlos y que, si no lo hacen por voluntad propia, en el momento que corresponda habrá un juez que dictará y se producirá el desalojo», añade Vilella, que matiza que «paralelamente a eso, si hay personas que antes no lo habían hecho y que piensan ahora que sí que pueden ser susceptibles de hacer la petición a fin de que se los ayude a encontrar una vivienda, que lo hagan. Cada uno en su municipio y los que son de Reus, en Reus». Una vez completado este trámite, para los que hayan optado por sacarlo adelante, «se valorará si están en una situación de vulnerabilidad o no lo están, y qué se tiene que hacer».
Las viviendas ocupadas en Horts de Miró están pendientes de pasar plenamente en manos del BBVA, después de que la constructora que los levantó fuera a la quiebra. Todos ellos se encuentran en este momento sin electricidad ni agua, al desenlace de una serie de intervenciones por parte de Guardia Urbana y de las compañías suministradoras para desenganchar las conexiones ilegales realizadas por las familias y que llegaron a resultar «peligrosas para la integridad de las personas, ya que están manipulando material delicado presumiblemente sin las medidas de seguridad necesarias». Fuentes del BBVA ya explicaron en su momento que el banco «no «actuará», como mínimo inmediatamente, contra los ocupas y que no solicitará ni ha solicitado nunca el corte de los suministros. Las mismas fuentes, consultadas recientemente por este medio, sostienen que «la situación ahora es la misma». La entidad bancaria, de hecho, se pronunció en este sentido a raíz de una comparecencia pública de la CUP –que también motivó el comunicado del Ayuntamiento–, donde la formación anunció un acuerdo para abrir diálogo entre BBVA y ocupas, en «una especie de mediación», que buscara la reubicación y un alquiler asequible para las familias. La policía local mantiene todavía a una patrulla 24 horas en la calle, destinada tanto a evitar que recuperen las conexiones como a disuadir nuevas ocupaciones en la zona.
Acompañamiento de la CUP
La CUP ha estado ejerciendo efectivamente, desde hace aproximadamente dos semanas, un acompañamiento a las familias al momento de dirigirse a los Servicios Sociales. En este margen, han sido unas cuatro las que han obtenido fecha y hora para el primer encuentro con los técnicos. Una vez estas pasen a una segunda fase del circuito, la previsión es que otras familias piden también cita. La voluntad de la formación, tal como apunta el concejal Edgar Fernández, es que «todo siga los procedimientos normales». Es por eso que la CUP mantiene parados dos escritos, uno de ellos dirigido al Síndico y uno de denuncia, anteriormente redactados para desencallar la situación.