Desobediencia y 'mambo' en la manifestación de la Izquierda Independentista

La manifestación convocada por los diferentes colectivos que integran la Esquerra Independentista del Camp (EIC) reunió ayer al menos un millar de personas en el Mercat Central de Reus, punto de arranque de una movilización que la organización preveía como una de las más multitudinarias de los últimos años, de nuevo prologada por la estelada|estrellas gigante que precedía una cabecera con mensajes en favor de la «libertad» y la «autodeterminación» catalanas. El objetivo de la cita lo explicaba el portavoz del EIC, Xavier Milian, pocos minutos antes de emprender camino a través de la calle Sant Joan, al punto de las ocho de la tarde: «Toda aquella gente que luchamos desde los pueblos y ciudades por la independencia, el socialismo y el feminismo de los Países Catalanes nos manifestamos con el fin de reclamar nuestros derechos».

El acto, donde también participaron elementos del Séquito como el Buey de Reus o la Víbria, ponía fin, en el municipio, a una jornada que se había iniciado a primera hora desde la plaza del Baluarte con la tradicional ofrenda floral y donde muchos habían estado presentes también en el acto central de la Festividad en Barcelona.

«Esta no será la última»

«Este año es un año excepcional marcado por la consulta convocada para el 1 de octubre, el referéndum de este trozo de país que es Cataluña, y obviamente hacemos una apuesta para reclamar que la desobediencia es la única vía para conseguir la independencia», añadía Milian, que precisaba que «llevamos años diciendo, cuándo los diputados del Parlament de Catalunya iban de excursión en Madrid, que allí no conseguirían nada y finalmente la realidad se ha impuesto.» Y es que, tal como explican desde el EIC, «donde nosotros ponemos el acento no es en el día 1, cuando todo el pueblo está llamado a votar por más que el alcalde de Tarragona o los de otros pueblos se opongan, sino en el día 2, que es el inicio del proceso constituyente y la apertura de un proceso donde el conjunto de la ciudadanía tenga voz y participación en la definición de la república catalana. No se trata de cambiar una bandera por otra sino de dotarnos de servicios públicos, de una hacienda, de unas estructuras de Estado que nos permitan vivir mejor como sociedad y que lo podamos decidir entre todos y todas».

Con todo, concretaba al portavoz del EIC, esta «no habrá sido la última manifestación porque nuestro horizonte y nuestro anhelo es el de construir una república de los Países Catalanes. Entendemos que Cataluña es un territorio que creado por el ejército español y el francés y que los Países Catalanes van de Salses en Guardamar y de Fraga a Mahón y pensamos que eso es un avance táctico pero el 11 de septiembre que viene nos encontraremos aquí de nuevo para reclamar una nación entera». Desde los colectivos de izquierdas en el Camp se pronunciaban también sobre los últimos hechos ocurridos en Constantí y en Valls, donde la Guardia Civil ha llevado a cabo cacheos vinculados con el 1-O, y aseguraban que «el Estado español está actualmente contra las cuerdas y esperando que eso descarrile ya sea provocante acciones violentos o intentando deslegitimar nuestras instituciones. Por suerte, la gente de la calle, esté por el sí, por el no o para no votar, no compra estas historias». A lo largo del recorrido se pudieron escuchar proclamas en favor de «la independencia para cambiarlo todo», clamores de «viva la lucha feminista» y referencias al ya célebre mambo.