Denuncia 113 euros y 4 horas de diferencia entre talleres para reparar un mismo coche

El propietario de un coche que sufrió una avería ha registrado una reclamación en la Agencia Catalana de consumo después de detectar una diferencia de hasta 113 euros y 4 horas y media de mano de obra entre el presupuesto de que le ofreció un taller de Reus para hacerle la reparación y lo que le ponía encima de la mesa la casa oficial del vehículo, la Citroën de Tarragona, con un mismo peritaje. La queja, que ha sido gestionada a través de la Asociación Tarraco de Protección a los Consumidores y Usuarios, considera «totalmente abusivo, sin paliativos» el margen del establecimiento reusense.

En relación a este caso concreto, el presidente de la Asociación Tarraco, Francisco Oliva, explica que «las marcas de vehículos establecen un tiempo determinado para la reparación de cada una de las piezas que fabrican. Aunque entendemos que eso pueda variar ligeramente entre un taller y otro, no se puede tolerar que la variación sea, como aquí, de más de cuatro horas». Y es que mientras el taller localizado en Reus planteaba al conductor un importe de 569,16 euros por 7 horas de trabajo, Citroën abordaba la misma intervención por 456,19 euros con la previsión de terminarla en 2 horas y 30 minutos. La pieza afectada era la válvula EGR, un mecanismo «vinculado al correcto funcionamiento del turbo» y que, cuando no se encuentra en buenas condiciones, «provoca que el motor no tenga la misma potencia».

Oliva apunta que «esta no es la única reclamación que se ha presentado por situaciones similares, aunque hasta ahora no habíamos visto una diferencia tan grande» y lamenta que «cuando alguien tiene que ir al taller acostumbra a ser por obligación, porque necesita el coche. A menudo, las personas no estamos para tirar el dinero de esta manera. Y algunos no tienen tampoco el tiempo para visitar más de uno y asegurarse a ciencia cierta de lo que lo engañen».

La garantía del vendedor

El mismo conductor ha presentado también una reclamación contra el establecimiento –este, localizado en Tarragona- que le vendió el vehículo, de segunda mano, ya que este no quiso hacerse cargo de la avería argumentando que esta venía dada «por el desgaste del coche y que no era en ningún caso responsabilidad suya», apunta el presidente de la Asociación Tarraco de Protección a los Consumidores y Usuarios. En el documento de la queja, el comprador deja constancia de lo que entiende que son «cláusulas abusivas» y especifica que la empresa «no deja probar el coche, ni que lo lleves a realizar una revisión en un taller» o que «no cubre las consecuencias de los defectos existentes al momento de la entrega».

El usuario entiende que el problema en la válvula la tendría que haber resuelto la garantía tomada al momento de comprar el coche. Oliva precisa «que en las próximas semanas, no descartamos recurrir a la vía judicial».