Una marcha con 8.000 reusenses avisa a los cuerpos del Estado que «votaremos»
La multitud dejó una impactante imagen del Mercadal lleno antes de enfilar hacia las sedes de la Policía Nacional y la Guardia Civil
La convocatoria en defensa de «la libertad, la democracia y el Referéndum», que respondía a las últimas actuaciones policiales llevadas a cabo contra las instituciones catalanas y se sucedía al día siguiente de una primera encartellada masiva para el 1-O en el centro de la ciudad, reunió ayer miércoles, según fuentes municipales, cerca de 8.000 personas en el Mercadal. La concentración dejó de inicio una impactante imagen de la plaza y arrancó cargada de esteladas, con un par de pilares de los Xiquets de Reus y entre la Estaca y Els Segadors, para después estirarse espontáneamente hacia la calle Monterols y enfilar hasta la comisaría de la Policía Nacional y el cuartel de la Guardia Civil.
Con un «votaremos» como cabecera y cargando un muñeco vestido de uniforme y con una careta de Franco, la marcha se alargó durante prácticamente dos horas donde la multitud recordó que «no tenemos miedo» y dejó oír de nuevo el «fuera las fuerzas de ocupación» que se ha repetido también desde el despliegue de efectivos del cuerpo estatal de seguridad en el municipio.
Convocatoria pacífica
En un tono plenamente pacífico que se mantuvo en todo momento, la manifestación hizo la primera pausa en la calle General Moragues, donde pidió «comisario, sale a saludar» y entonó el célebre Passi-ho bé bajo la mirada atenta de un manojo de agentes que custodiaban el acceso a las dependencias. La noche anterior, el mismo escenario acogía otra concentración sin violencia a raíz del requisaran, por parte del cuerpo policial, de material relacionado con el Referéndum y de la identificación de miembros de la Asamblea nacional Catalana (ANC). Antes del pistoletazo de salida al acto, furgonetas logotipadas y no de la Policía Nacional rodeaban el casco antiguo de Reus aunque, finalmente, la presencia policial no se hizo excesivamente visible en el transcurso de la marcha y, a su desenlace, únicamente dos vehículos logotipados de Guardia Urbana y Mossos D'Esquadra controlaban, de bastante distancia, la concentración.
Respuesta desde el cuartel
El segundo paro de la marcha, que de tan profusa acabó circulando por la carretera de un punto en el otro y tronó a estar acompañada por una nueva pegada de carteles propagandísticos del Referéndum, tomaba como punto de referencia el cuartel de la Guardia Civil. La presencia de los manifestantes, que cantaban «fuera de la bandera española» y «os marcháis y no volvéis», la contestaron algunos de los que se alojan retirando contraventanas y cortinas para registrar, con teléfonos móviles, imágenes de la multitud a la vez que levantaban el pulgar. La acción dio pie a los momentos más tensos de la noche, cuando parte de los que participaban en la marcha subieron a la valla que rodea el edificio para colocar carteles del «sí» y una patrulla de la policía local estacionó paseo Mata, sin llegar a intervenir.
Poco a poco, y entre gritos de «¡Viva Cataluña!», la concentración que había vuelto a cuajar delante del cuartel fue dispersándose y, al punto de las diez de la noche, los primeros deshacían el camino hacia el centro.