Séquito, tradición y música se bañan en Perilla por|para la Víspera de Misericordia

El Seguici Festivo, atento al Toque de Fiesta de los agrupamientos escoltas MontsanCim y Misericordia, acabó de extender la juerga por la ciudad, ayer, antes de que la Víspera de Misericordia estallara en la retahíla de verbenas –estaba programadas hasta tres en el paseo Mata, a la Libertad y a la plaza de Anton Borrell, además del Reggus- que preceden el día grande de la Fiesta Mayor pequeña. Y lo hizo antes, también, que la Masclet no hubiera bañado de lleno un Mercadal donde, a última hora de la noche, las figuras y danzas culminaban hora y media alrededores por las calles del núcleo reusense.

Paseaba la Víbria Monterols arriba, presentándose a grandes y pequeños que la recibían entre el miedo y la euforia y le acariciaban el morro. Un poco más allá, la bestia cruzaba saludos con el Ball de Pastorets, este año de celebración por los 10 años –la danza fue recuperada en el 2007–, en una efeméride que ha previsto el 30 de septiembre el primer encuentro de Balls de Pastorets de Cataluña, en Reus. En la desembocadura en el Mercadal, el Lleó se dejaba querer por los chiquillos un buen rato. Y arrancaba poco más tarde la marcha con sus majestuosos movimientos. Los gegnts se habían perdido ya por la calle de la Galera, por donde corría también la Mulassa juguetona. Y el baile de Mosén Joan de Vic ponía su toque animoso en dirección contraria. A las seis los bailes de Valencians del Vendrell y Reus compartían pasacalle.

Entre continuos aplausos, sonrisas y la cantidad de trabajo de algunos por haber ido acosando su elemento preferido del Seguici, todo el mundo fue a parar al Mercadal puntual a las ocho y media de la tarde. Se desplegaba una de las citas más esperadas de la Fiesta Mayor pequeña: el Pasacalle de la Masclet,para el cual el Colectivo de la Masclet acumulaba ya unas cuantas horas trasladando las preciadas botas|toneles en el escenario desde donde van a parar en manos de los reusenses y que, una vez más, remojó la Misericordia

Más de 250 litros

Hasta 250 litros de esta mezcla del tradicional Plim y de vermú se repartieron al pasacalle, donde había previsto repartir también un centenar de botas. Los más afortunados pudieron hacerse con alguna de las que volaban al principio y al final de recorrido, en respuesta al habitual grito de «¡Queremos Masclet!» con qué todo suele empezar.

Los más aficionados en la fiesta pero también las familias que habían ido a la plaza acompañadora el Seguici Festivo disfrutaron de un acto marcado en rojo en la agenda de la Fiesta Mayor y dónde, tal como explicaba hace pocos días a la presidenta del Colectivo de la Masclet, Alícia Zarco, «aunque haya una bebida alcohólica, el ambiente es plural y encuentras todo tipo de gente, de cualquier edad, en una cita muy abierta y muy divertida donde todo el mundo se lo pasa bien desde fuera y desde dentro».

Precisamente con el fin de ampliar a todo el programa este «buen ambiente» de que hablaba Zarco, el Ayuntamiento ha puesto en marcha durante todas las celebraciones de Misericordia Punto Violeta móvil itinerado. Integrado por dos personas formadas en cuestiones de género y a disposición del público, el Punto Violeta se encuentra activo entre las once de la noche y las dos de la madrugada, y ha nacido bajo la voluntad de resolver dudas o sensibilizar para tratar de evitar que se produzcan agresiones sexistas en este contexto. La representación del Ball de Sant Miquel, a cargo del Ball de Diables, cerró la parte más tradicional de una jornada que tocaba a su fin, en este capítulo, con el Rosario de Antorchas, que volvió a salir desde la plaza de la Pastoreta encabezado por la cruz y los ciriales y por el estandarte del Grupo Cultural de Misericordias.

La célebre, la joven y la alternativa

Después, la música pasó a primer plano con el despliegue de verbenas en la ciudad. La joven, con la Golden Beat i Cat Rock que tenía lugar en la plaza de Anton Borrell, la actuación de la Orquesta Cimarrón en la plaza de la Libertad y la verbena ¡Juerga! Open Air Especial Misericordia 2017 que trasladaba el ritmo hasta el paseo Mata, al aire libre.