Guzzo vuelve a tocar pelota dos meses después de la operación en el menisco

Nunca ha dejado de tener una actitud positiva. Ni siquiera el día siguiente de la vuelta de Rialp, cuando hacía escasas horas que se había roto el menisco de la rodilla derecha en el último entrenamiento de la estancia de pretemporada en aquel fatídico 21 de julio. El mediocentro portugués Raphael Guzzo, el hombre de la sonrisa eterna, lo lucía mientras se paseaba con muletas por el Estadio Municipal de Reus, cuando todavía no sabía el alcance exacto de su lesión.

Hoy hace exactamente dos meses que el doctor Cugat lo intervino. El pronóstico cumplía las previsiones que hacían temer que pasara casi toda la primera vuelta|bóveda inédito. Se tomó los cinco meses de baja con su entusiasmo habitual: «Hoy empieza el primer día de cinco meses», exclamaba en el Twitter, acompañando el mensaje de una fotografía estirado a la cama del hospital, con el pulgar arriba y enseñando todos los dientes.

Se lo ha podido ver en la grada mientras observaba los partidos con el resto de los lesionados, ahora fijándose en el juego con cara de concentración, ahora comentando las jugadas divertido. También por las calles de la capital del Baix Camp, a menudo acompañado de Gus Ledes y Ricardo Vaz, con quien forma al clan portugués del CF Reus Deportiu que completa Vítor Silva.

Hace días que se mueve sin las muletas y ayer, por fin, volvió a tener contacto con la esférica. Después de una temporada con escaso protagonismo, en esta estaba llamado a ser uno de los jugadores que hiciera un paso adelante por afiançar-se en la parte ofensiva de la medular. ¡«Los cracks, cuanto más cerca estén de la pelota, mucho mejor! ¡Dale Guzzo»!, ha escrito la cuenta oficial de Twitter del CF Reus Deportiu para celebrar la noticia.

Todavía queda un largo camino para que el portugués canvïi el verde del campo anexo por|para el del Estadio Municipal de Reus sin embargo, después de un inicio de temporada nefasto en el capítulo de lesiones, los encarnado-y-negros han podido celebrar una cadena de acontecimientos felices en este sentido. El más visible, la vuelta del cordobés Pichu Atienza al once titular el pasado sábado contra el Osasuna. Eran sus primeros minutos después de caer lesionado antes del primer partido de pretemporada.

La vuelta de Àlex Carbonell y Joan Campins, que son baja a las convocatorias desde el estreno de la temporada en Lugo, certificarían este retorno a la normalidad de la plantilla que desde esta campaña dirige Aritz López Garai. Con el retorno de lateral derecho y del migcentre ofensivo, que fueron titulares en el primer partido oficial, aparte de Guzzo el único jugador lesionado sería Vítor Silva. Ni el director deportivo ni López Garai se han querido aventurar a fijar una fecha para la vuelta del estilete portugués en el terreno de juego, que acarrea unas molestias en la rodilla cuya recuperación es ahora mismo una incógnita.

Numéricamente, el balance de dos bajas es una situación más que positiva en una enfermeria por|para la cual en dos meses han llegado a pasar nueve jugadores. Aparte de los mencionados, también se han perdido minutos por problemas físicos Bahía, Migue, Máyor y Querol.