Cuatro partidos y 10.000 manifestantes quieren a la policía estatal fuera de la ciudad
Un manifiesto firmado por el alcalde, el PDeCAT, la CUP, ERC y Ara pide que el Estado retire sus cuerpos de seguridad y que los hoteles no los alojen
Más de 10.000 reusenses pidieron la retirada de los cuerpos de seguridad estatales en Cataluña en general, y en la ciudad en particular, en dos de las movilizaciones más masivas que ha habido en la capital del Baix Camp. También lo hicieron los tres partidos que componen el gobierno del Ayuntamiento de Reus -PDeCAT, ERC y Ara Reus- y el grupo municipal de la CUP. Lo hicieron en un comunicado conjunto que se envió por la mañana y se leyó por la tarde en una plaza Mercadal llena hasta los topes. Las protestas se convocaron coincidiendo con la jornada de huelga contra la violencia ejercida por la Policía Nacional y la Guardia Civil el pasado domingo.
Las movilizaciones en la capital del Baix Camp empezaron de buena mañana, con una caravana de coches que salió desde la zona de Mas Carpa para moderar el tráfico de la autovía Reus-Tarragona. A las 9 empezó un piquete por la ciudad que informaba los comercios de la huelga convocada, y les animaba a hacer seguimiento. Transcurrió sin incidentes, salvo algunas personas que los increparon, una de ellas a su paso por el hotel Gaudí, que se ha convertido este días en una visita imprescindible de todas las protestas.
A la comitiva van acabar añadiéndose unas 300 personas que desembocaron en una plaza Mercadal llena hasta los topes, preparada para salir en la primera de las manifestaciones. Los Bomberos, que se llevaron ovaciones enfervorizadas de la plaza, ayudaron a reforzar el cordón de seguridad de los Mossos d'Esquadra en el paso de la manifestación por delante del hotel Gaudí, ayudados por miembros de la izquierda independentista. Todos ellos instaban a la gente a no detenerse cuando pasaban por delante del establecimiento, donde los Policías Nacionales alojados eran fuertemente regañados. La protesta se desarrolló sin incidentes, incluso cuando desembocó delante de la comisaría de la Nacional. Aparte de un gran dispositivo de los Mossos, los esperaban dos personas encaradas a los manifestantes desplegando banderas españolas. El mismo cordón de seguridad que se había hecho delante del hotel Gaudí se montó delante de ellos para evitar enfrentamientos directos.
Por la tarde, otra marea de personas pasó por el hotel Gaudí, esta vez en un silencio absoluto, con las manos alzadas, encabezadas por los Bomberos y acompañadas de decenas de tractores. Previamente, los partidos firmantes leyeron el manifiesto, donde piden al Estado «la retirada de sus cuerpos de seguridad» y a los hoteleros que de manera «inmediata» dejen de alojarlos en sus establecimientos «y por lo tanto abandonen la ciudad».