«En la Sindicatura de Greuges no hay ventanilla, tenemos tiempo para atender a la gente»

—El pasado mes de septiembre fue reelegido como Síndico Municipal. Cómo recibió la noticia?

—Fui nombrado Síndico Municipal en enero del 2011, y ahora he sido reelegido para cinco años más, en la segunda y última renovación posible, tal y como apunta el reglamento. Los grupos municipales lo decidieron por unanimidad, hecho que me pone muy contento. Este es un trabajo con el cual me siento cómodo, yo había sido abogado y me es relativamente fácil moverme por estos niveles de la administración.

—Cuáles son las funciones del Síndico de Greuges Municipal?

—Según el que determina el reglamento, defender los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos de Reus en relación a los agravios que puedan tener con respecto al Ayuntamiento o los organismos que dependen. Pero en la práctica, esta oficina ha acabado siendo un punto donde se da mucha información a personas que, por ejemplo, no entienden una resolución administrativa, o no saben dónde tienen que ir. Aquí los podemos atender con tiempo, y les explicamos si, por ejemplo, se tienen que dirigir a los Servicios sociales, y les pedimos hora. Cuestiones como las que determina el reglamento resolvemos pocas, más bien ayudamos a mucha gente a encontrar una primera respuesta para ir allí donde los conviene.

—De qué número de consultas estaríamos hablando?

—El año pasado llegamos a los 276 expedientes, y en lo que llevamos de año ya casi hemos llegado a esta cifra, así que imagino que la superaremos. Las quejas son relativamente pocas, y a menudo la queja deriva de una mala información. Pero todo el mundo que ha venido ha salido más o menos orientado, y este es el trabajo del cual me siento contento. Es destacable que la ciudad tenga un cargo como este y que lo hayan ejercido los síndicos que me han precedido.

—Es excepcional, que la ciudad tenga una figura como lasuya?

—Los síndicos estamos agrupados en un Foro de síndicos municipales de todo el Estado, del cual yo formo parte de la Junta Directiva. En total damos servicio a un 50% de la población, porque Barcelona tiene una síndica, y también hay en el área metropolitana. También hay en Girona y sus alrededores, en Lleida y la Seu d'Urgell. En la demarcación de Tarragona, de síndicos municipales activos en el foro somos nosotros y Sant Jaume d'Enveja.

—Quizás esta falta de síndicos municipales se deriva del hecho de que, su figura, implica el reconocimiento que, a veces, el Ayuntamiento se equivoca?

—Sí, es un reconocimiento de que las cosas no siempre se hacen bien, y que la ciudad tenga este cargo es un signo de valentía y una voluntad de dar un servicio mejor al ciudadano.

—Usted puede actuar a instancia de los ciudadanos y también de oficio. ¿Lo ha hecho en muchas ocasiones, o este es un hecho extraordinario?

—Pocas veces he actuado de oficio. Reus tiene una gran red cívica organizada, si no es por alguna cosa muy importante, yo me limito a lo que me pide a la gente. El año pasado, por ejemplo, el ruido en la calle fue el tema estrella.

—Qué otras cuestiones han sido objeto de reclamaciones de los ciudadanos?

—Uno de los departamentos que lleva más gente es el de Servicios sociales, pero como he explicado, no son reclamaciones, sino necesidad de información. También damos mucha información sobre rentas mínimas, cuestiones de vivienda, multas, o hacienda.