Las ordenanzas fiscales de Reus se prorrogarán por tercer año seguido

Los ciudadanos de Reus pagarán el año que viene los mismos impuestos municipales que este año, a menos que haya sorpresas antes del 30 de octubre. Por tercer año seguido, el gobierno municipal (PDeCAT, ERC y Ara Reus) prorrogará las ordenanzas fiscales para este año 2018, después de que no haya podido encontrar un acuerdo con ningún grupo municipal de la oposición. El concejal de Hacienda, Joaquim Enrech, ha responsabilizado al resto de grupos municipales de esta medida.

Enrech ha tirado un mensaje especialmente duro contra los grupos del PP y Ciutadans por «no haber aceptado ni tan sólo la invitación para sentarse a negociar». El concejal ha criticado que populares y naranjas «se nieguen a defender los intereses de los ciudadanos que los votaron, poniendo como excusa la situación del país, cosa que no tendría que afectar al funcionamiento normal de la ciudad».

Con respecto al resto de grupos, la CUP y el PSC, Enrech los ha agradecido «su predisposición al diálogo», pero ha afirmado que no han podido llegar a un acuerdo porque no han aceptado lo que el gobierno municipal consideraba una «propuesta de mínimos, razonada y responsable». El consistorio apostaba por congelar todos los impuestos excepto tres de los más importantes: el IBI y los de la recogida de basura y de residuos. En este caso, proponía una subida del 1,5% para cada uno de ellos.

Según el edil demócrata, los socialistas se han negado porque proponían seguir congelando todos los impuestos, y los anticapitalistas porque ponían como condición la municipalización del servicio de limpieza y de recogida de basura.

600.000 euros de déficit

Según Enrech, los cálculos de cara a los presupuestos de 2018 auguran un aumento de los gastos –subidas de sueldos, de IPC de los contratos y de las subvenciones, etc. – que calcula en unos 600.000 euros, y que, asegura, habrían quedado paliados con esta subida de impuestos. La falta de acuerdo en las ordenanzas fiscales augura unas negociaciones igual de difíciles de cara a los presupuestos del 2018, que se empezarán a discutir las próximas semanas.