La Ley Electoral habilita ERC y Ara para votar a favor en una moción de censura

Transcurridos 6 meses desde que el alcalde de Reus, Carles Pellicer, planteara la cuestión de confianza que, a pesar de no prosperar, consiguió una aprobación automática de presupuestos municipales de 2017, la Ley Electoral vuelve a permitir a los que le dieron su «sí» en aquel momento, ERC (2) y Ara Reus (2), firmar hoy una moción de censura contra el alcalde. El apoyo hacia el PDeCAT en la votación del pasado 12 de abril había inhabilitado durante este periodo a sus socios de gobierno a la hora de alinearse con una alternativa al alcalde que la oposición pudiera configurar y que requería el voto favorable de la mayoría absoluta: 14 concejales para hacer caer a Pellicer del cargo. Tanto la CUP como el PSC y, en último término, también Ciudadanos, exploraron en abril, y a contrarreloj, un acuerdo que no se produjo y que, con la clave que representaban ERC y Ara Reus, permitió el gobierno reusense, justo 30 días después, «sacar adelante la hoja de ruta para hacer avanzar la ciudad».

En un escenario completamente diferente y fuertemente marcado por el conflicto por la soberanía catalana, ERC y Ara Reus se reafirman en su planteamiento inicial y la oposición ha dejado de entender como prioritaria la busqueda de un acuerdo para propiciar el relevo del alcalde. Fuentes de la formación republicana apuntan ahora que «los acontecimientos nacionales han hecho que este tema no se haya llegado a tratar en ningún sitio» mientras que al frente de Ara Reus, Jordi Cervera detalla que «no ha cambiado nada, seguimos trabajando desde nuestras concejalías, siendo leales, el acuerdo de gobierno se está cumpliendo y nos encontramos muy cómodos».

En las puertas de noviembre y con las ordenanzas fiscales recientemente prorrogadas «ante la negativa de algunos partidos de la oposición a negociar en base a una propuesta que era razonable, razonada y responsable», el debate por los presupuestos municipales de 2018 volverá a abrirse en pocas semanas.

La CUP defiende las instituciones

Desde la Candidatura de Unitat Popular (6) que lideró en su momento la acción para llegar a una moción de censura, valoran que «en el momento de excepcionalidad política en que nos encontramos, eso ha pasado no a un segundo sino a un quinto término» y que, a la expectativa de los próximos movimientos, «lo que tengamos que hacer para defender las instituciones catalanas pasará muy por encima de lo que nos podíamos plantear hace seis meses». «Delante del 155, es obvio que los pactos no serán tan ideológicos sino que para defender las instituciones y, en eso, nosotros no tendremos ningún problema con lo que haya que hacer», añaden en la CUP, donde subrayan que «trabajaremos para que este ayuntamiento pueda mantener su soberanía. La alternativa casi pasa por echar a los partidos que nos quieren anular como pueblo y al lado de Ciudadanos y el PP a nosotros evidentemente no nos encontrarán».

Sánchez: «No sumaremos»

En Ciutadans (4), el portavoz Juan Carlos Sánchez apunta que «en seis meses, el contexto económico y social de Cataluña ha cambiado radicalmente y no creo que ERC rompa a Reus un pacto de gobierno que es superior con el PDeCAT» y recuerda que «queda un año y medio para las próximas elecciones municipales y, según cómo acabe todo, quizás seis meses para las autonómicas. Como no se sabe qué pasará, es muy complicado que ahora mismo haya movimiento en el Ayuntamiento». «Sea como sea, con Ciutadans no sumaremos, es imposible», añade, y dice que «el debate del Ayuntamiento hoy está fuera del concepto político. Nos encontramos en otro escenario, uno donde las diferencias se están haciendo mayores». «Con todos los partidos que han posicionado al margen de la ley, que son ERC, PDeCAT y la CUP, Ciutadans no tratará ningún tema hasta que no vuelvan al camino de la normalidad. Hace seis meses, no estaban donde están ahora», concluye Sánchez.

El «aportación» del PSC, caso a caso

«Quien lideró posibles opciones fue la CUP», explica el portavoz del PSC (4), Andreu Martín, que concreta que «nosotros veíamos difícil que ERC y Ara Reus pudieran cambiar el apoyo que en abril habían dado al alcalde. Con todo, hubo un contacto con la CUP, pero ya no nos hemos vuelto a reunir y, por lo tanto, entiendo que quedó en una cierta escenificación de la posición más que en una voluntad real». Sobre la opción de entrar en el gobierno, Martín detalla que «hablamos con ellos en conversaciones que no llegaron a ser formales y tampoco vimos que pudiéramos hacer una aportación en aquel momento. Por lo tanto, el compromiso que cogí como alternativa es el de estudiar caso a caso cada cuestión que se nos presente viendo si podemos pactar la ejecución de la propuesta».