Misericordia estrena la capilla del Santíssim con un relieve de Rebull
Neus Segrià ha cedido a ‘La Santa Cena’, pieza singular del escultor reusense, en el Santuario y ha elaborado las nuevas puertas de cerámica que cubren el sagrario
El bajorrelieve El Sant Sopar obra del escultor reusense Joan Rebull, y que desde ayer se puede ver instalado en el interior del santuario de Misericordia, «lo compré por teléfono en una subasta en Barcelona. En aquel momento, lo que me dijeron es que se trataba de alguna cosa como una reunión de caballeros medievales en una mesa. No fue hasta más tarde que vimos lo que realmente representaba y como de valioso era». Lo explica Neus Segrià, miembro de la familia Villa-Segrià y quien ha cedido la pieza en el templo para dar lugar a la nueva capilla del Santíssim, un conjunto que queda completo con las puertas de cerámica del sagrario creadas por la misma Segrià y que se presentó ayer de forma pública después de haber finalizado la misa de once.
La que convivirá con El Sant Sopar de Rebull no resulta la única creación firmada por la ceramista y que ocupa un sitio en el santuario. El mural La Plegaria , cuatro bajos relieves del presbiterio o un cirial pertenecen en Segrià, que ayer reconocía, con una sonrisa y gran humildad, que «es muy complicado competir con Rebull».
Peculiar Judas sin monedas
Antes de descubrir la capilla, Mosén Cruz Saiz Ruiz se dirigía ayer al artista para hacer manifiesto que «tu huella en el santuario da testimonio de la veneración por la Virgen de Misericordia», y que «estas donaciones son buena muestra de tu voluntad que ahora culminas haciendo entrega de la obra deEl Sant Sopar , la cual hará de este santuario un punto a visitar para quién quiera conocer la producción de Joan Rebull». «Tu nombre y el de tu familia quedará escrito en letras de oro a la lista de colaboradores del santuario», concluía.
Del bajorrelieve, Segrià destaca «el simbolismo precioso de Judas, que no lleva monedas en esta imagen», una cuestión que llama la atención de la ceramista a pesar de «llevar toda la vida coleccionando piezas de arte». Neus Segrià, que ahora tiene 86 años, conoció y trabajó con el propio Rebull, en el marco de una trayectoria anchísima que lo ha llevado a exponer tanto al territorio como fuera del Estado.
Desde la Junta de Administración del Santuario de Misericordia, Magí Brufau explica que «el Santíssim tenía que estar en un lugar por él mismo y, a pesar de encontrarse a cinco metros de donde era, ahora tiene otro aire y está acompañado por un bajorrelieve, que, según dicen los entendidos, es único». Tal como precisa Brufau, El Sant Sopar «hecho sobre piedra puede ser una rareza de Rebull y parece que haya sido creado por encargo». Entre las que reponen a Misericordia, con todo, hay más piezas del reusense, y es que «aquí todo lo que se ve es arte nuevo, del siglo XX, arte religioso nuevo que parece que no se haga pero que hay y es muy rico, y es bonito que haya donaciones de este nivel». Por eso, esta donación, «que agradecemos muchísimo a la familia y que hace vivo y mayor el Santuario», ha servido en el templo para «decidirnos a juntarlo a pesar de renovar la capilla del Santíssim del Santuario».
En esta nueva capilla, que está en funcionamiento desde la festividad de la Virgen de Misericordia de este año, también se han hecho actuaciones en los campos de la construcción, pintura, carpintería, cerrajería e iluminación con el fin de conseguir un nuevo espacio de plegaria que dotan al Santuario de un espacio de gran valor.