La ofrenda en el cementerio y el histórico «I va bola!» son tradición en Reus

La ofrenda «a todas las personas que se han enterrado en el cementerio de la ciudad» encabezada por el alcalde, Carles Pellicer, y una representación del consistorio puso ayer el punto institucional al inicio de Todos los Santos en Reus. Las flores se depositaron, tal como marca la tradición, sobre el panteón de los hijos ilustres, donde descansan Romà Perpiñán, Ceferí Olivé y Albert Vilalta, y la comitiva visitó también el panteón del general Prim.

El cementerio ha estrenado en los últimos días dos espacios: la Fuente de las Cenizas, orientada a las familias usuarias del crematorio y que permite esparcir las en el agua, y 84 columbarios. Mientras, con la afluencia habitual de estas fechas, tumbas y nichos quedaban adornados en recuerdo a los difuntos, el Orfeón Reusense daba continuidad a la Rifa de Confitura con el histórico «I va bola!».

El acto, único al Estado y que tiene lugar cada 1 de noviembre desde 1926, volvió a repartir premios típicos de la festividad. El toque de difuntos de los Campaneros de Reus y la Castañada Teatralizada en el campanario, con que Còdol Educació ofrecía un punto de vista diferente de Todos los Santos, cerraron la jornada.