El Ayuntamiento demolerá la nave de Bionet y venderá los residuos para cubrir el coste
El consistorio ha requerido sin éxito en la empresa que desmonte de forma urgente la instalación de Agro-Reus, fuente de tres incendios en menos de un año
El Ayuntamiento de Reus ejecutará de forma subsidiaria el desmantelamiento de la nave abandonada que la empresa Bionet Europa SL tiene en el polígono Agro-Reus, después de que haya requerido sin éxito que lo hicieran ellos mismos con carácter de urgencia. Según fuentes municipales, las obras de desguace de esta antigua fábrica de combustible no tendrán ningún coste para|por el consistorio, ya que «la valorización económica de los residuos extraídos cubren el coste de la actuación».
Dos incendios consecutivos que tuvieron lugar el pasado mes de julio encendieron las alarmas de la concejalía de Medio Ambiente, que recibió un informe sobre la detección de materiales inflamables en el interior de los depósitos afectados. Las mismas fuentes afirman que «ante la incertidumbre de los residuos que podían encontrarse en los solares», el pasado 20 de julio y 4 de agosto, el Ayuntamiento pidió a los propietarios de las instalaciones que la desmontaran urgentemente, advirtiendo que si no lo harían subsidiariamente.
Después de agotarse el plazo sin que la empresa haya ejecutado las obras, el consistorio las ha adjudicado a la empresa Hierros Altadill, que las hará bajo la supervisión de técnicos municipales. Todavía no hay una fecha fijada de inicio de los trabajos, que aseguran que se harán «próximamente». La primera fase de limpieza incluye los trabajos de retirada de los restos de instalaciones, depósitos, restos banales, cubiertos de Uralita y estructura metálica. En caso de existencia de residuos de proceso productivo, se dejarán en las cubetas de retención a la espera de que las disponga un gestor autorizado. Después de los trabajos, en el solar sólo quedarán en pie las paredes de obra de la antigua fábrica de biodiesel.
Petición de cierre y limpieza
Las instalaciones, ubicadas entre las calles Rovira y Virgili, Santiago Rusiñol y Adrià Gual, se inauguraron en el 2005 y llevan cerradas desde el 2012, cuando cesó la actividad. Desde entonces, la nave ha sufrido varios actos vandálicos, uno de los cuales podría haber provocado el incendio en dos de las cisternas, que se originó el 24 de agosto del año pasado.
En enero del mismo año, el Ayuntamiento ya había iniciado los requerimientos a los propietarios para que limpiaran las instalaciones y retiraran los residuos existentes. También les pidió que aseguraran el cierre y la limitación del acceso a la finca, y que retiraran los líquidos que había en unas cubetas de retención. Dado que no cumplieron el requerimiento, cinco meses después se inició el expediente de ejecución subsidiaria.
El 6 y el 18 del pasado mes de julio la nave fue la fuente de dos incendios más, visibles desde mucha distancia y provocaron alarma en las empresas de los alrededores. En el último de ellos se movilizaron siete dotaciones, que trabajaron durante horas para apagar el fuego a un depósito de fibra de vidrio.