Las 54 familias afectadas pagan la avería eléctrica de este verano en Mas Pellicer
Vecinos de los tres bloques que sufrieron daños en julio los asumirán después de «meses reclamando sin éxito» a la comunidad origen de la subida de tensión
Las 54 familias que, el pasado julio, resultaron afectadas por una subida de tensión en la zona de Mas Pellicer pagarán de su bolsillo los daños que la avería eléctrica generó a sus hogares. Del global de las viviendas repartidas en tres edificios e implicadas en la incidencia, un total de 16 habían respondido en el inventario de desperfectos y pérdidas que se impulsó en verano desde el barrio, en colaboración con la FAVR y con el apoyo de una abogada, para registrar una reclamación formal contra Endesa con la intención de que la compañía cubriera las consecuencias del percance. La suministradora, con todo, no se hará cargo porque no le corresponde, dado que el origen del problema tuvo lugar en un escape de aguas fecales producido en uno de los bloques del barrio.
En estos últimos meses, y tal como explica al presidente de la Associació de Veïns I de Maig, Eduardo Navas, «hemos estado intentando muchas veces, insistiendo pero sin conseguirlo, que la comunidad del bloque –donde se desencadenó la avería– nos hiciera llegar la documentación de su seguro y dirigirnos para pedir una compensación». A la entidad, «no hemos acabado de saber si es que no tienen o no nos la quieren dar y, con el tiempo que ha pasado y sin ninguna otra salida, las familias han tenido que rascarse el bolsillo por un contratiempo que no habían «provocado». La mayor parte de los daños, tal como precisa el mismo Navas, corresponden en electrodomésticos pero especialmente «en alimentos que se dejaron perder porque no había luz en pleno verano».
Un escape de aguas fecales
El caso es que, según explicaban en verano fuentes de Endesa, el escape de aguas en el bloque en cuestión «había comportado que el cableado eléctrico quedara sin la cubierta de protección, ya que las aguas fecales son corrosivas. Al entrar en contacto este cableado con el agua, la luz saltó». La compañía, una vez con la «certeza de que se trata de un escape propia del bloque», se hizo responsable de la reparación de la instalación eléctrica, y advertía en agosto que la comunidad dónde se originó todo «tendría que revisar también su situación rápidamente con el fin de evitar que, de aquí un tiempo, nos volvemos a encontrar con un episodio similar que tengamos que volver a resolver y que genere molestias».
Desde la Associació de Veïns I de Maig, explican ahora, precisamente, que un caso parecido pero no igual se dio «nada más la semana pasada, hace pocos días», cuando «en el bloque 30 se marchó la luz por un problema a los fusibles exteriores, probablemente porque las ratas lastimaron el cableado aunque no lo sabemos todavía», apunta Navas. El presidente de la entidad vecinal explica que «la compañía ha enviado también técnicos y, de momento, ha hecho una nueva conexión temporal». También últimamente Habitatge y el Ayuntamiento de Reus han renovado la iluminación de los porches.