Los conductores de las línieas 10 y 11 tendrán un local destinado a su descanso
Reus Transport quiere que el inmueble también actúe como zona de espera para los usuarios
La empresa encargada del transporte público a la ciudad, Reus Transport, tiene previsto adquirir un local en el barrio Montserrat para convertirlo en un área de descanso para los conductores. Esta se ubicará en el número diecinueve de la calle del Canigó, cerca de la parada donde tienen origen y final las líneas 10 y 11 del servicio urbano.
La idea se aprobó en el último consejo administrativo de Reus Transport, celebrado a finales de noviembre. Todas las paradas de origen y final de las líneas del autobús urbano reusense cuentan con un pequeño espacio a fin de que los conductores puedan descansar entre las expediciones. Las líneas 10 y 11, que inician y cierran el recorrido en el barrio Montserrat, eran las únicas que no tenían esta necesidad cubierta. La idea es habilitar el local, una planta baja de entre 60 y 120 metros cuadrados, con el fin de ofrecer algunos servicios básicos como unos lavabos y mesas y sillas con el fin de descansar antes de reanudar el recorrido.
Acomodo para los usuarios
La remodelación del local también irá encaminada a mejorar la actual parada de estas líneas, situada en la calle del Montsant. A causa de la poca amplitud de la acera, Reus Transport sólo tiene instalado un monolito metálico con los horarios de las líneas, ya que no hay espacio suficiente para instalar una marquesina.
La adquisición del local en la calle del Canigó, perpendicular en la vía donde se encuentra la actual parada, comportará un cambio de esta. La idea de Reus Transport es que una parte del local se destine a los usuarios, convirtiéndolo en una zona de espera con la habilitación de bancos en el interior de la planta baja del edificio. De momento se desconoce si también se podrán instalar pantallas informativas, una idea que se tendrá que estudiar cuándo el ente municipal ya haya adquirido el inmueble y haya escogido entre las diversas ofertas de remodelación. De hecho, el objetivo preferente de Reus Transport es ofrecer el servicio de descanso a los conductores, por eso buscan un inmueble situado a un máximo de 50 metros de la actual parada.
Año nuevo, mismas tarifas
En el mismo consejo administrativo, Reus Transport acordó congelar los precios de las tarifas de los billetes y abonos, medida que ya se anunció a principios de diciembre.
Así, pues, el billete sencillo del autobús urbano seguirá costando 1,25 euros, manteniendo la tarifa por quinto año consecutivo. La T-10, el abono más utilizado por parte de los usuarios, se quedará en los 7,90 euros, mientras que el ticket especial para el aeropuerto seguirá teniendo un coste de tres euros.