El Ayuntamiento de Reus proyecta una bañera de hormigón para el skatepark

El skatepark se encuentra inmerso, desde hace algunos meses, en un proceso de implementación de mejoras que culminará con la construcción, por parte del Ayuntamiento, de una bañera de hormigón que aporte nuevas posibilidades de uso y que quiere ser la antesala de una reforma a fondo o incluso de una futura ampliación del equipamiento, con una inversión «importante» pero además «largo plazo». Antes del verano, una serie de reuniones mantenidas con los diferentes colectivos que utilizan habitualmente las instalaciones culminaron en el compromiso del consistorio de ejecutar reparaciones y dar lugar a la bañera, un bowl en la jerga de los patinadores. Brigades ha estado llevando a cabo, desde entonces, arreglos que han generado la presencia más o menos intermitente de algunos de los elementos del skatepark.

Las intervenciones, necesarias para resolver cuestiones referidas a varias normativas vigentes y mantener abierto el skatepark, todavía tienen que prolongarse durante algún tiempo hasta quedar completadas. Fuentes municipales detallan que la incorporación de la bañera que ahora se proyecta podría servir para resolver ciertos problemas de afectación del agua de la lluvia sobre la madera y aportar más robustez al parque.

El alcalde de Reus, Carles Pellicer, reconocía en el apartado más crítico del tradicional desayuno de Navidad con la prensa que «en su momento se hizo un skatepark con una filosofía que no es la que, en este momento, los skaters quieren». Por lo tanto, proseguía el alcalde, esta «se tiene que cambiar y eso es un mantra donde no acabamos de encontrar nunca la solución. Y me he comprometido a no postponerlo más allá del 2018 para ver si salgo adelante de una vez por todas». El del skatepark, «puede parecer un tema menor, pero no lo es», concluía el alcalde.

El consenso de los colectivos

El hecho de que el equipamiento sea utilizado paralelamente por varios grupos con puntos de vista bastante alejados sobre lo que tendría que ocurrir en un futuro modera, también, las decisiones sobre actuaciones en el skatepark, ubicado en la zona del parque de los Capellans. Después de este «primer paso» que se materializa en la ejecución de reparaciones y la construcción del bowl, la voluntad es, de momento que haya una disponibilidad presupuestaria que hoy día es complicada, sacar adelante «una remodelación o una ampliación» del skatepark.

En relación en el trabajo de Brigades, fuentes municipales admiten quejas puntuales por los afectaciones ordinarias cuando se hacen trabajos de este tipo y apuntan que «aunque podamos ir más lentos, no descansamos y el compromiso que se pegó está presente». Estas vendrían derivadas del hecho de que se está actuando parte por parte en lugar de hacerlo a todo el equipamiento al mismo tiempo, teniendo en cuenta los recursos de que dispone Brigades. Precisamente, ahora hace pocos días, en el skatepark podían encontrarse cierras rodeando algunos de los elementos que esperan reparaciones.

El reto que se planteará después, más allá de la creación de la bañera de hormigón, pasará para buscar la fórmula de que pueda contentar a todos los usuarios del skatepark. La colocación de la bañera también tendrá que tener en cuenta el horizonte de las instalaciones, dado que es un elemento que quedará fijo y que condicionará la futura distribución de todo aquello a que lo rodee.