Los reusenses envían el 155 al espacio

El año 1969 los norteamericanos pisaron por primera vez el suelo lunar. Este hito dio la vuelta al mundo, pero en Reus ya hacía muchos años que se enviaban cohetes al espacio. Concretamente, desde el año 1957, cuando un consejo de sabios reusenses elevaron el primer prototipo del Speteck, un cohete con destino a la Luna. La iniciativa tuvo tanto de éxito que desde entonces, cada 28 de diciembre, el Consejo de Sabios Reusenses elevaba un nuevo artefacto. Así lo estuvieron haciendo durante las décadas de los años 60 y 70, hasta que la tradición se enfrió. Pero en las postrimerías del siglo asociaciones vinculadas sobre todo al Carnaval la recuperaron. El año 2008 tomó el relevo el Ball de Diables de Reus, y desde entonces que el Speteck ha vuelto a hacer retronar el centro de Reus con su pólvora espacial.

La comisión encargada de organizar el acontecimiento es la Agencia Reusense del Espacio (ARE), que cuenta con la colaboración del Consejo de Sabios, que desde hace meses están trabajando en el prototipo. Roger de la Cruz, jefe del Ball de Diables de Reus, explica cuál será el destino del cohete: «en principio la intención es llegar a Marte, pero si se eleva ya estaremos contentos. En caso de que lleguemos, ya veremos qué hacemos, de momento la hoja de ruta todavía no está muy clara».

El prototipo, que ha sido construido con ingeniería puntera y «material muy especial», ha sido bautizado con el nombre de Speteck 155. «Sencillamente, es un número que nos gustaba», ha aclarado de la Cruz. Además, el Consejo de Sabios ha decidido que este año estará tripulado por un piloto «muy especial, que se ha hecho famoso los últimos meses», y que además irá todo vestido de color amarillo. «Lo meteremos dentro, y la idea es hacerlo elevar hacia el cielo, aunque, si no funciona, quizás se quemará», apuntan desde el Consejo.

La última vez que se celebró el acontecimiento, en el 2015, el Speteck rompió fuerte pero no se elevó. En aquella ocasión el ARE explicó que lo havia ensamblado con ingeniería puntera y las vías de tren del Ferrocarril, 1.515 kilos de pólvora y 1.515 de plutonio y, de refrigerador, el agua de la Fira. El año 2016 la misión no se llevó a cabo porque la base de lanzamiento, que años atrás había sido la plaza de la Llibertat, estaba ocupada por la pista de hielo. «En la plaza del mercadal no había espacio y nos ofrecieron la plaza Prim, pero el espacio era muy pequeño y no queríamos acabar quemando el Círcol o el Fortuny», explica de la Cruz.

Este 2017 se ha recuperado el punto de lanzamiento tradicional, la plaza del Mercado. El acto empezará a las siete y media con una comitiva que saldrá de la plaza del Condesito y recorrerá las calles de Llovera i Monterols hasta el Mercadal. El cohete y los sabios estarán acompañados de varios elementos festivos de la ciudad, y este año el Sabio de Honor, y por lo tanto encargado de disparar el cohete, será el Drac, que este año celebra su 25º aniversario. «No descartemos que diga unas palabras», ha anunciado de la Cruz.