La Audiencia Nacional iniciará el 22 de enero el juicio por la Operación Caronte

La Audiencia Nacional ha puesto fecha, cerca de tres años después de que los Mossos d'Esquadra la llevaran a cabo, el juicio por la conocida como Operación Caronte, la desarticulación de una presunta célula yihadista establecida en Cataluña y con vínculos en Valls, Reus y Montblanc, que se prepararía para perpetrar atentados en diferentes puntos del territorio y que se saldó con un total de once detenguts. Diez de ellos fueron procesados por el juez Santiago Pedraz después de que considerara que había indicios de pertenencia a organización terrorista, y para siete de estos se decretó prisión incondicional una vez se les tomó declaración. Caronte es la segunda intervención de más envergadura realizada por la policía catalana en su ámbito, únicamente por detrás de la que se desplegaron a raíz de los atentados de Barcelona y Cambrils en agosto del 2017.

Cacheos realizados en el 2015 en la calle Maria Codina y la carretera de Tarragona en Valls desembocaron en la detención de un joven de 27 años, vecino de Montblanc y relacionado con la mezquita de Reus, aunque portavoces de la entidad que gestiona el centro de culto al polígono Dyna mantuvieron en todo momento el «rechazo» al radicalismo islámico y programaron una serie de acciones por alinearse con el «auténtico mensaje de paz que predica el Islam». Fuentes de la Audiencia Nacional concretan en Diari Més que el juicio por esta operación se iniciará el 22 de enero en la sede de Fernando de Henares.

Morir por Alá, «como un pellizco»

El detenido en Valls, de nacionalidad española, convertido al Islam pocos años atrás y que se encuentra entre los procesados, participó supuestamente en una de las escuchas con más repercusión mediática entre las que se desprenden del sumario de la operación, que trascendió a su momento. En la conversación, el joven montblanquí interpelaba a otro presunto integrante de la célula y decía «¿Sabes que morir por la causa de Alá no duele nunca, verdad? Es como un pellizco». En el cacheo de la vivienda donde se produjo su detención, según las informaciones de fuentes policiales que trascendieron coincidiendo con los hechos, Mossos d'Esquadra van encautar-se de más de una veintena de sacos vacíos de varios componentes químicos y uno que podría haber contenido azufre.

El resto de detenciones, con un total de dieciséis entradas, tuvieron lugar en Terrassa, Sabadell, Sant Quirze del Vallès y también Barcelona. El supuesto cerebro del grupo es un ciudadano español convertido al Islam y residente en Sabadell y que mantendría una relación con una mujer de origen marroquí. En una atención a los medios en abril del 2015, el entonces conseller de Interior, Ramon Espadaler, manifestó que el supuesto grupo terrorista desarrollaría tres funciones: «Captaba jóvenes y los radicalizaba, los enviaba a Irak y a Siria, y se había constituido para atentar en Cataluña». La Operación Caronte, ejecutada por Mossos d'Esquadra y tutelada por el juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, se inició trece meses antes de los cacheos, según el mismo Espadaler, que concretaba que «la célula estuvo controlada en todo momento y no representó peligro para la población».

De 7 a 19 años

La Fiscalía pide entre 7 y 19 años de prisión para los presuntos yihadistas del grupo, bajo el nombre de Fraternidad Islámica para la Predicación de la Yihad. Siempre según la fiscal del caso, la célula tinnria como finalidad cometer atentados en el Estado, todo que su preparación se encontraba enacara en fase embrionaria, y el objetivo principal de su actividad pasaría por el adoctrinamiento y el envío de yihadistas en Irak y en Siria. Para reivindicar los atentados que pudieran perpetrar, habían fabricado también un logotipo que incluía una ametralladora y un machete.

El rechazo de la mezquita de Reus

Coincidiendo con Caronte, la asociación que dirige la mezquita de Reus emitía un comunicado donde reiteraba «la condena y rechazo a cualquier tipo de terrorismo» y apuntaba que «confiamos en la justicia española ante estas actuaciones». La entidad apuntaba que el joven detenido en Valls «nunca no nos explicó nada sobre sus ideas». La mezquita había tratado nada más el viernes previo a las detenciones, en el marco de las charlas que se ofrecen semanalmente, la cuestión del radicalismo. Bajo el título El peligro del fanatismo, el discurso concretaba que «esta mala gente se encuentra en diferentes lugares del mundo y con diferentes denominaciones, como Estado Islámico o Al Qaeda. Son gente que no han entendido el Islam y tienen una idea equívoca de esta religión».